El servicio musical Grooveshark finalmente cierra sus puertas
Tras varios años en los que numerosos frentes legales se han abierto en el camino de Grooveshark, finalmente han tenido que echar el cierre al servicio.
Mientras que servicios musicales como Spotify están cada vez más consolidados, otros como Tidal se van abriendo camino poco a poco con el apoyo directo de los artistas. Pero, desafortunadamente, no todos los servicios lo consiguen y, tras casi diez años desde su inicio, Grooveshark ha terminando diciendo adiós.
El conocido servicio musical apareció en 2006 y planteaba una alternativa muy interesante a Spotify, sin agobiar a los usuarios con publicidad o grandes limitaciones, pero también con un modelo de negocio en el que no tuvieron en cuenta prácticamente a los dueños de los derechos de la música.
De hecho, hace seis años comenzaron los problemas legales de Grooveshark, una batalla legal que desde hace años situaba la espada de Damocles sobre el servicio, que asombrosamente ha conseguido sobrevivir muchísimo tiempo. A pesar de estos problemas y presiones legales que parecían anunciar un cierre inminente desde hace años, hasta ahora Grooveshark había conseguido mantenerse online.
Pero al final la suerte del servicio se ha acabado, y siguiendo la sentencia del pasado otoño en EEUU, en la que se establecía que los empleados de Grooveshark eran culpables de violar las leyes de copyright del país, no han tenido más remedio que claudicar si no querían verse envueltos en multas multimillonarias e incluso penas de cárcel.
La página de Grooveshark indica ahora en un comunicado que, como parte de un acuerdo legal con las productoras musicales, han eliminado todas las canciones del sistema, y han cedido a las mismas el control del portal, las aplicaciones y la propiedad intelectual de la compañía.