Nadie se libra de los ciberataques. Ni usuarios, ni empresas, ni el sector público. Tampoco el sector del gaming, donde los ataques a aplicaciones web se han más que duplicado en el último año.
Estos ataques han crecido un 167 % entre el primer trimestre de 2021 y el primero de 2022, dejando a su paso millones de cuentas de jugadores afectadas.
Los cibercriminales pueden vender dichas cuentas o robar información sensible, incluyendo los datos de las tarjetas de crédito.
Así lo revela el informe El Gaming ha resucitado de Akamai Technologies, que explica que la popularidad de las plataformas de juego cloud atrae a los delincuentes hacia esta área.
Además, las propias empresas de videojuegos están moviendo sus operaciones a la nube, lo que abre nuevas superficies de amenazas.
Ahora mismo el sector de los videojuegos es objetivo de más de un tercio (37 %) de los ataques DDoS.
Por países, Estados Unidos es el lugar en el que actúan más los atacantes, seguido de Suiza, la India, Japón y el Reino Unido.
“A medida que la actividad del sector de los videojuegos ha aumentado y evolucionado, también lo ha hecho el interés de interrumpirla mediante ciberataques”, señala Jonathan Singer, estratega sénior de Akamai.
“Los ciberdelincuentes suelen interrumpir los servicios en directo y se adueñan de credenciales para robar activos de juego”, detalla. Singer apunta que el sector del gaming “atrae a ciberdelincuentes, estafadores y blanqueadores de dinero“.
Girará en torno a tres temáticas: desinformación, contrainteligencia y credenciales expuestas.
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