El secretario general de Consumo recuerda que está pendiente la transposición comunitaria que obligará a indicar si son reales las reseñas online
Desde el Ministerio de Consumo se recuerda la inminente transposición al ordenamiento español de la normativa comunitaria que protege al consumidor obligando a que las reseñas se correspondan con opiniones de consumidores reales.
Rafael Escudero Alday, secretario general de Consumo, recordó en el marco de la jornada “Qué esprar del eCommerce en 2021” la urgencia por completar la transposición al ordenamiento jurídico de determinadas directivas comunitarias referidas a la obligación de informar al consumidor sobre la veracidad de las reseñas que aparecen en Internet.
Tal y como recoge El Economista, Alday recordó que la normativa pendiente de incorporación a la normativa española obliga a “especificar si las reseñas sobre una transacción, bien o servicio han sido escritas o no por un consumidor real“.
Lo que dice la Directiva
La Directiva del Parlamento Europeo 2019/2161 modifica distintas directiva comunitarias relativas a la mejora de la aplicación y la modernización de las normas de protección de los consumidores de la UE. Y en en su Considerando 47 establece la obligatoriedad por parte del comerciante de incluir reseñas que se correspondan con la opinión de consumidores reales y, si lo hace, debe informar de los procedimientos que se han seguido para verificar que son auténticas.
La Directiva reconoce la cada vez mayor confianza del consumidor “en las reseñas y aprobaciones de otros consumidores cuando toman decisiones de compra”. Es por ello que impele a los comerciantes a que cuando faciliten el acceso a las reseñas se debe informar acerca de si se ha aplicado a las mismas procesos o procedimientos que garanticen que las reseñas se corresponden con consumidores que realmente han adquirido o usado los productos o servicios a los que se refieren.
Queda prohibida la adición de reseñas de consumidores falsas y esto incluye las indicaciones de “me gusta” efectuadas en redes sociales o encargadas a otros para promoción de productos o servicios. Estas y otras medidas que el Ministerio de Consumo planea llevar a la práctica redundarían en una mayor protección para el consumidor, que no debería notar una diferencia en cuanto a confianza en la compra online respecto de la tradicional compra presencial,