El reto del Business Intelligence: tenemos los datos, pero ahora ¿qué hacemos con ellos?
LAs empresas están “en mantillas” y aún tienen que aprender a extraer conocimiento de la avalancha de datos disponibles.
Ya lo sabemos. Los datos son la materia prima más valiosa para las empresas. Su correcta interpretación puede ayudarles a satisfacer necesidades concretas de sus clientes y por ende a aumentar las ventas.
A decir verdad los datos siempre han sido importantes; lo que ha cambiado es que ahora además de que han aumentado exponencialmente en volumen, hay herramientas para analizarlos y extraer valor.
Es un paso de gigante, no hay duda. Pero el camino para exprimir todas las ventajas de Big Data y la Analítica de datos es mucho más largo.
“Estamos en mantillas”, comenta José María López, analista principal de Penteo, en una entrevista con Silicon News en el marco del encuentro anual Summit Ibérica que ha organizado Information Builders hoy, en Madrid.
Para empezar, la tecnología va un paso por detrás. “A día de hoy no se puede analizar todo lo que hay ahí y de forma ágil”, comenta también John Manning, director técnico de Information Builders para Ibérica y Latinoamérica, que nos acompaña en el encuentro. “Crece mucho más el volumen que la capacidad de procesarlo”.
Si la tecnología va por detrás de la explosión de datos, no hablemos de las empresas, aún más rezagadas. “Los reguladores y legisladores ya van siete pasos por detrás”, comenta López.
Por si esto fuera poco, el capital humano de las empresas tampoco está a la altura de la situación.
“Estamos en el punto de preguntarnos qué hacemos con la información que tenemos”, explica el analista. Las empresas no saben lo que es importante entre todo el maremágnum de datos que son capaces de recopilar.
Preguntados por la solución a este problema aluden a dos conceptos: el primero, el necesario cambio cultural. “Un ser humano no puede manejar más que tres o cuatro variables y en este entorno hay muchas más que importan para extraer valor”, explica Manning. “Para esto hacen falta máquinas. Pero algunos directivos aún se resisten a cambiar líneas de negocio por orden de una máquina”. Es difícil darle los mandos a una máquina, coincide López. “Aún no estamos culturalmente preparados”.
Como segunda traba para la explotación de la analítica en el negocio se refieren a la necesidad de la figura del estadista o analista, una persona capaz de leer la información, de entenderla, de extraer valor y conocimiento y generar acciones.
Y el CIO, ¿puede desempeñar un papel importante en este asunto?
“EL CIO ha perdido peso estratégico” y su presencia en los comités de dirección ha disminuido considerablemente en los últimos años. No obstante tiene un gran valor como “transformador de negocio”.
“Tiene una gran oportunidad de subir de nivel, no ya para ser un directivo TIC sino para ser un directivo de negocio”.