El prometedor futuro de la impresión 3D
Un estudio de Frost & Sullivan destaca la capacidad de la impresión 3D para contribuir en diversos espacios con sus creaciones, incluido el personal.
Cuando se habla de fenómenos tecnológicos por explotar no todo es cloud computing, Big Data, Internet de las Cosas o wearable technology, por poner cuatro ejemplos.
La impresión 3D también está llamada a hacer grandes cosas, empezando por este mismo año.
Y es que, a pesar de que todavía está en sus inicios y tiene que extenderse, expertos como los de Frost & Sullivan pronostica para esta tecnología un futuro prometedor. Y hasta le pone cifras a cumplir.
Según sus cálculos y su estudio “3D Printing Technology – 9 Dimensional Assessment”, a lo largo de este año conseguirá incrementar su cuota de mercado hasta el 40%, más o menos.
A esto debería contribuir su capacidad para amoldarse a diversos casos de uso, desde la fabricación de objetos cotidianos a la contribución revolucionaria en campos como la medicina, la arquitectura o la automoción.
De hecho, desde Frost & Sullivan destacan el papel de la propia producción personal.
Y hay más. “La contribución de múltiples participantes de la industria como confederaciones, laboratorios de investigación, universidades, startups y empresas establecidas”, enumera el analista Jithendranath Rabindranath, “acelerará aún más el desarrollo y la comercialización de tecnología, productos y servicios de impresión 3D a escala mundial”.
No en vano, “la impresión 3D pone varias ventajas de rendimiento y eficiencia sobre la mesa que se traducen en alta calidad, mucho mayor de lo que puede lograrse a través de la fabricación convencional”, expresa Rabindranath.
A nivel geográfico, dos mercados que están posicionados para crecer en impresión 3D serían Norteamérica y Asia.