El presente no muy colorido de Technicolor

Entre los años 20 y los años 50, las películas de éxito estaban en color Technicolor, el fruto de la innovación tecnológica que en 1915 había empezado una compañía estadounidense, acabando a principios de esta década en las manos de la francesa Thompson que se rebautizó con el nombre de la adquirida. La tecnología Technicolor no se usaba en el cine estadounidense y europeo desde los 70, a pesar de algunos rescates para cintas puntuales.

Ahora, las cosas no pintan en bonitos colores para firma. Technicolor se debate achuchada por las dificultades del mercado. Según apunta la prensa francesa, que la firma se lanzase a la compra de empresas de alta tecnología en Estados Unidos en los últimos años mientras se reducían sus márgenes de beneficios no ayudó mucho a mejorar sus dificultosas cuentas de resultados.

El último golpe de gracia ha llegado con el año nuevo. La firma ha anunciado la venta de una de sus filiales, Grass Valley Broadcast, a Francisco Partners, en el marco de su proyecto de desinversión en aquellos negocios que no son estretégicos.

La firma ha perdido en bolsa en todo 2010 el 50% de su valor, como apunta Reuters,  y amplió antes de cierre de año capital por sorpresa.

Mientras, cinco fondos de inversión ponen en duda los proyectos de la compañía para recuperarse y salir de su fuerte endeudamiento. Así llevan un año y así ha acabado en la corte de casación. “Se trata de fondos especializados en la compra de deuda a precios irrisorios, que utilizan enseguida su poder para intentar conseguir un beneficio injustificado, sin relación razonable con su aportación de fondos”, se queja la compañía ante el tribunal al que la han llevado los cinco fondos de inversión, como recoge La Tribune.

El 2011 no ha empezado con muy buen pie para la empresa heredera de la tecnología que hizo a tantos soñar en vivos colores. Más bien ellos han vuelto al blanco y negro.