El Parlamento Europeo paraliza el tratado antipiratería ACTA
Los eurodiputados han mostrado dudas ante la ambigüedad del texto durante la primera jornada de debate y se decantan por remitirlo al Tribunal de Justicia para su revisión.
Ayer era el día marcado en el calendario por el Comité del Parlamento Europeo para el Comercio Internacional para iniciar las sesiones de debate acerca del futuro de ACTA, el Acuerdo Comercial Anti-Falsificación firmado hace unas semanas por buena parte de los países miembros y que tiene entre sus objetivos luchar contra la piratería digital. Algo así como una Ley Sinde o SOPA a escala internacional.
En un principio la intención de los mandatarios era adoptar el tratado con carácter inmediato, pero tras la jornada de este jueves es previsible que su aprobación se retrase como mínimo un año. Si es que llega aprobarse.
¿Qué ha ocurrido? Que los eurodiputados dudan ahora de la compatibilidad del texto con otras normas, como los derechos fundamentales de los ciudadanos o los de los proveedores de Internet, y optan por remitirlo al Tribunal de Justicia Europeo para que lo revise y aporte algo de luz sobre el asunto. Otra de las zancadillas al proceso ha sido la alegada falta de transparencia durante las negociaciones previas.
Aunque la votación oficial no se producirá hasta el pleno del próximo lunes 12 de marzo, el consenso general es que el caso terminará en manos de la justicia comunitaria, tal y como informa el diario El País, porque el contenido del ACTA está todavía sin pulir.
Tras su paso por el Tribunal se abrirán dos posibles escenarios: que el Parlamento se sume a Estados Unidos, Australia, Canadá, Japón, Marruecos, Nueva Zelanda, Singapur y Corea del Sur en su adhesión, o que rechace el proyecto liberando al Viejo Continente de su aplicación. De todas formas, si un mínimo de seis Estados se decantasen por apoyarlo, sería de obligado cumplimiento para sus ciudadanos aunque sin contar con la protección supranacional.