El Parlamento Europeo aprueba el paquete Telecom
Las vueltas que ha dado el Parlamento hasta aprobar este “Paquete Telecom” ha sido de nota. La pelea entre la opinión de los estados miembros, el Parlamento europeo y la misma Comisión Europea ha obligado a aprobar un texto presidido por la ambigüedad.
Ciertamente desaparece la enmienda 138 aprobada el pasado mes de mayo que impedía la suspensión de Internet sin una orden judicial previa, pero tampoco el texto permite la desconexión automática como algunos pretendían al estilo francés.
Así antes de la suspensión del servicio el internauta tendrá “garantías como un proceso previo, el derecho a ser oído y que la carga de la prueba recaiga en el organismo -ya sea judicial o administrativo- y no en el usuario de Internet”.
Incluso el eurodiputado del Partido Pirata ha votado a favor explicando que: “Hemos apoyado la reforma porque es un primer paso en la dirección correcta”, señalaba un exultante Christian Engström, el eurodiputado del Partido Pirata. “Hubiera sido preferible contar con la autoridad judicial a priori como decía la enmienda original, pero con el texto que hemos apoyado se asegura la audiencia previa y la presunción de inocencia antes de cualquier medida restrictiva, aspectos que, por ejemplo ni la ley Hadopi francesa ni la ley Mandelson del Reino Unido contemplan”.
“Las garantías como un proceso previo, el derecho a ser oído y que la carga de la prueba recaiga en el organismo -ya sea judicial o administrativo- y no en el usuario de Internet, son un avance importantísimo”, estimo Vidal-Quadras del grupo popular.
Podríamos pensar que estos derechos se daban como sabidos pero tal y como estaba el tema, parece una solución de conveniencia. Una norma que tendrá que ser adoptada en las legislaciones de los respectivos países antes de mediados 2011 y ante la ambigüedad de la misma, todavía queda camino y polémica.
”Una oportunidad perdida” critica la Asociación de Internautas que explican que “No hay motivos para celebrar el resultado final del Paquete Telecom que hoy ha sido aprobado en el Parlamento Europeo. El texto final está lejos de ser satisfactorio: mientras sí incluye algunos avances para la protección de consumidores, pesan mucho más las amenazas en contra de derechos fundamentales en el resto de la legislación”.