El paralelismo entre la inteligencia artificial y la química

Dell Technologies compara estos ámbitos y habla de “purificar la materia original”, “combinar elementos”, una “fórmula de las percepciones” y el “imperativo químico”.

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“Los modelos de inteligencia artificial funcionan como la química. Pueden extraer valor de los datos, pero sólo si se les proporciona los elementos adecuados”.

Con esta afirmación introduce Dell Technologies lo que denomina la química de la IA, que consiste en convertir datos sin procesar en información de valor. Y, así, transformar a las empresas.

Los pasos a seguir, según Dell, son cuatro. En primer lugar, es necesario “purificar la materia original” para que luego sirva para entrenar sistemas inteligentes. Esto implica refinar los datos.

Teniendo en cuenta que esta materia prima suele distribuirse en distintas ubicaciones, lo más eficiente será llevar la IA a los datos.

“El entrenamiento y la ejecución de modelos de IA en las instalaciones pueden aportar beneficios al procesamiento, el análisis, el cumplimiento y la gestión de la propiedad intelectual”, explica Dell.

El segundo paso consiste en “combinar elementos”, lo que significa fomentar la colaboración y el intercambio de conocimientos para generar oportunidades y reducir incluso el coste de desarrollo.

Dell anima a trabajar con ecosistema abierto o “modelos operativos que comparten datos y servicios para crear valor”.

“Los modelos abiertos están bajo el escrutinio público”, añaden desde la compañía, “lo que impulsa a los laboratorios de investigación a reducir el sesgo y proteger los datos. Es como combinar y destilar elementos con una lente ética”.

Con los datos ya limpios y combinados en un ecosistema abierto, se puede avanzar para obtener información. Aquí entra en juego la “fórmula de las percepciones”.

“Los algoritmos de IA predicen las tendencias, el comportamiento de los clientes y la dinámica del mercado. Estos conocimientos funcionan como una fórmula para ayudar a sostener las organizaciones y guiar las decisiones estratégicas”, detallan los expertos.

Por último, Dell hace referencia al “imperativo químico”, que incluye la curiosidad, la persistencia y el compromiso con la conversión de los datos sin procesar en una sustancia valiosa. De este modo será posible desbloquear su poder.