El papa Francisco a los jóvenes: "dejad de perder el tiempo en Internet"
“Puede que muchos jóvenes malgasten demasiadas horas en actividades fútiles“, reflexión el Santo Padre en una alocución en el Vaticano ante una nutrida muchedumbre. “Nuestra vida está hecha de tiempo y el tiempo es un regalo de Dios, de manera que es importante emplearlo en acciones buenas y fructíferas“. Ciertamente hay que reconocer que la Red, con todo el progreso que ha supuesto para la Humanidad, también constituye una de las maneras más absorbentes de pasar el tiempo sin hacer gran cosa de provecho sino simplemente entreteniéndonos, en ocasiones más allá de lo que podría ser razonable.
El papa Francisco se ha referido también a actividades como los culebrones televisivos pero ha citado expresamente comportamientos como “chatear en Internet con el móvil, usar los productos del avance tecnológico que deberían simplificar y mejorar la calidad de vida en un modo que distrae la atención de lo que es realmente importante“.
Recordemos también que a principios del presente año Francisco definió Internet como “un regalo de Dios” pero al mismo tiempo alertó sobre los potenciales peligros de los deseos obsesivos de manterse conectado permanentemente mediante medios tecnológicos si ello supone que el individuo se aisla de la gente de su entorno, familiares y amigos.
Unas recomendaciones que llaman a la mesura y el uso adecuado de las herramientas que tenemos a nuestro alcance gracias al progreso científico y tecnológico y que habrá que entender en función de esa mención a “perder el tiempo” que en el caso que nos ocupa se refiere a Internet pero que presumiblemente puede extenderse a cualquier otro campo de la actividad humana, aunque es evidente que en los últimos años, y sin duda de forma harto relevante para nuestra sociedad, nada ha afectado más a nuestro comportamiento que la cotidianidad de nuestro manejo de dispositivos móviles conectados a Internet, muy especialmente si nos centramos en esa generación de “nativos digitales” para los que los ordenadores, Internet y los móviles son elementos con los que han crecido sin que suponga para ellos la novedad que puede suponer para los nacidos hace ya unas cuantas décadas.
vINQulo
