El mundo se encamina hacia un modelo de ciberseguridad como servicio
Se espera que este año, todavía marcado por la pandemia de coronavirus y el teletrabajo, las compañías incorporen el riesgo cibernético a sus planes de gestión.
El mundo depende cada vez más de las herramientas digitales. La crisis sanitaria ha intensificado el uso de plataformas de comunicación basadas en la nube para mantener el contacto con familiares y ha incrementado el teletrabajo, entre otros fenómenos.
Esta creciente popularización de lo digital y de las conexiones en remoto ha sido aprovechada por los cibercriminales para aumentar, por su parte, los ataques. De ahí que los expertos esperen fuertes inversiones en seguridad durante este 2021.
Una de las consecuencias de la estandarización del teletrabajo será el “despliegue de la arquitectura de ciberseguridad Zero Trust”. Así lo cree Xavier Lefaucheux, vicepresidente de operaciones de marketing y ventas de WALLIX para la parte sur y oeste de Europa y la región MEA, que advierte que la actividad en remoto no debe convertirse en un “peligro para los datos”. Por eso las organizaciones apostarán por nuevas soluciones y el control de quién accede a la información, cuándo, cómo y desde dónde.
Asimismo, Lefaucheux apuesta por la “flexibilidad y agilidad” y el avance “hacia un modelo de ciberseguridad como servicio”.
“Las organizaciones aprenderán de lo sucedido durante la crisis e incluirán el riesgo cibernético en sus propios planes de gestión de riesgos”, prevé este experto. “Se moverán hacia una infraestructura de TI mixta (en las instalaciones y en la nube), al mismo tiempo que buscarán soluciones de autenticación, identidad y administración de acceso basadas en la nube”.
Esto irá acompañado de la demanda de servicios gestionado de ciberseguridad, que se resuelve con la subcontratación de la seguridad de los sistemas de TI.
“La aparición de una cultura digital y riesgo digital” y “de un espacio de confianza digital europeo en 2021” son otras de las apuestas de WALLIX. En este sentido, Europa ya trabaja en la Ley de Servicios Digitales y la Ley de Mercado Digital. Se prevé que una parte de las inversiones en transformación digital impulse innovaciones conforme a los estándares digitales europeos para protección de datos, tipo RGPD.
La seguridad por diseño se presenta como “el motor de rendimiento del futuro”, manteniendo el control como parte integrada en el proceso y aliciente de la responsabilidad digital.
Y, si todo va según lo previsto, la inteligencia artificial “seguirá creciendo en ciberseguridad gracias a los datos”, como complemento a la inteligencia humana para adelantarse a las acciones de los ciberdelincuentes en tiempo real. Aprendizaje automático y análisis tendrán mucho que decir en este nuevo año.