El ministro de finanzas francés avisa a otras multinacionales tras las redadas a Google y McDonald’s
La presión fiscal para las grandes empresas parece seguir aumentando en Europa. Ahora es el turno de Francia, que tras unas redadas en las oficinas de Google y McDonald’s, a través de su ministro de finanzas anuncia que seguirá adelante con otras.
Desde hace años es de sobra conocido el sistema de ingeniería financiera que utilizan las grandes multinacionales extranjeras en Europa, basándose en sedes localizadas en países como Irlanda o Luxemburgo, para luego cobrar a las filiales de cada país cantidades desorbitadas por productos y servicios, reduciendo por tanto enormemente el ‘beneficio’ de las filiales.
De hecho, con esta técnica financiera, en varios casos incluso algunas empresas han presentado declaraciones de impuestos a devolver con total impunidad, a pesar de obtener grandes ingresos.
Esta práctica, extendida entre Apple, Google y otras empresas de tecnología, así como empresas como McDonald’s, Starbucks y otras muchas, en teoría es legal, pero parece existir en el fondo una clara predisposición para la evasión de impuestos a gran escala.
Hace unos días, las autoridades francesas hicieron redadas en las oficinas de Google y McDonald’s tras unas investigaciones que se han dilatado durante años, y en las que, aunque no se han dado detalles oficiales, parece que supuestamente Google debería unos 1.600 millones de euros y McDonald’s unos 300 millones a hacienda en Francia.
Al contrario que en Reino Unido o Italia, el ministro francés de finanzas, Michel Sapin, ha anunciado que no negociarán un acuerdo con los supuestos evasores de impuestos, y que pedirán que paguen íntegramente las deudas. Así mismo, ha indicado que seguirán adelante hasta el final y que puede que haya más empresas que sean inspeccionadas, algo que no es de extrañar ante la popularidad de las sedes europeas en países con una fiscalidad más laxa.