El mercado de informática portátil, término que engloba los “laptops” tradicionales, los modernos ultrabooks y ultrathins, así como los otrora famosos netbooks o mini-portátiles, no está viviendo su mejor momento en España. Ni mucho menos.
“Son momentos delicados para el sector que exigen afinar muy bien la oferta de productos a las verdaderas necesidades de los clientes, así como de exploración y detección de nuevos mercados”, comenta el director general de Toshiba en España, Alberto Ruano, que añade que los nuevos actores han crecido “muy rápido” amparándose en productos efímeros.
A pesar de las previsiones nada halagüeñas a medio plazo, el directivo considera que la nueva hornada de empresarios propondrán formas de negocios, servicios y proyectos fundamentados en la tecnología y la movilidad, lo que contribuirá a mejorar las expectativas.
Por su parte, Toshiba parece escaparse de la tendencia general. En lo que llevamos de año ha vendido unas 150.000 unidades de portátiles en territorio español, creciendo un 18% respecto al mismo período de 2011 y ganando 5,5 puntos porcentuales en participación hasta hacerse casi con el 14% del mercado español.
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