El mercado de seguridad se va de compras
Seis empresas han caído en manos de algunas de las compañías de seguridad más importantes en los últimos dos meses.
En menos de dos meses y coincidiendo con los diferentes anuncios que aseguran que la crisis llega a su fin, el convulso mercado empresarial ha sacado la cartera y se ha ido de compras, sobre todo en el terreno de la seguridad.
Symantec con la adquisición de tres compañías (PGP, GuardianEdge y Verisign) se posiciona en el primer puesto del ranking, seguida por otras como Oracle, que anunciaba hace una semana la compra de la empresa de seguridad Secerno. Esta semana era McAfee quien se hacía con Trust Digital, lo mismo que Eset, que anunciaba la compra de Comdom. Sophos, por su parte, se ha puesto al otro lado y en lugar de comprar anunció la venta de la mayoría de sus acciones a una empresa de inversión a primeros de este mes.
Para Acacio Martín, country manager para España y Portugal de Fortinet, estos procesos de consolidación son propios de un mercado maduro, y recuerda que aunque no haya sido en los dos últimos meses, fue el pasado mes de agosto cuando anunció la compra de Woven Systems.
Reunidos esta semana en la VII Jornada Internacional organizada por el ISMS Forum en Madrid, Mark Bregman, Nikolay Grebennikov y Simon Hunt, CTOs de Symantec, Kaspersky y McAfee respectivamente, estuvieron de acuerdo en que actualmente se ha cambiado el concepto de adquisición porque ya no se trata tanto de “unir empresas sino de integrarlas”.
Symantec es una de las empresas de seguridad más grandes, con un variado portfolio de productos que llega a empresas de todos los tamaños y a usuarios con los conocimientos más dispares. Como otras muchas empresas de su tamaño, y a pesar de contar con su propio programa de I+D, consigue tecnologías a base de chequera. Entre las últimas empresas que ha comprado esta compañía están PGP y Guardian Edge, anunciadas a finales de abril, por 300 millones y 70 millones de dólares respectivamente.
Las tecnologías de cifrado basado en estándares para el correo electrónico, sistemas de archivos, almacenamiento y smartphones procedentes de PGP, especialista en cifrado y encriptación y de Guardian Edge, dedicado a la seguridad ‘endpoint’, complementarán a buen seguro, y como ya anunció Symanec, la oferta de seguridad de la compañía.
Quizá más importante, y bastante más costosa, ha sido la compra de una parte de Verisign, confirmada hace un par de semanas por poco menos de 1300 millones de dólares. El negocio de servicios de autenticación de VeriSign facturó más de 100 millones de dólares el año pasado, lo que representaba casi el 40% de los ingresos totales de esta compañía.
Bajo este acuerdo de compra Symantec tomará a su cargo las operaciones de certificación Secure Socket Layer (SSL) de VeriSign además de la plataforma Public Key Infrastructure.
Esta semana han sido McAfee y Eset quienes se han subido al tren de las compras. Sin ofrecer datos sobre el precio y con la intención de potenciar su oferta en el terreno de la seguridad móvil, uno de los mercados con mayor futuro, McAfee anunciaba la compra de Trust Digital, cuyo software de seguridad funciona en una amplia variedad de sistemas operativos, incluidos Android, iPhone OS, WebOS, Symbian o Windows Mobile.
Eset, por su parte, anunciaba la compra de ComDom Software, conocida por sus soluciones antispam, uno de los mayores problemas en Internet debido a la cantidad de recursos que consumo tanto a nivel de saturación de la red como de tiempo perdido por empleados y usuarios en su eliminación.
Procedente de Eslovaquia, ComDom es la segunda adquisición de Eset tras la de Setrnet en 2008, una compañía checa.
En cuanto a Oracle, centrada en el mercado de soluciones IT, la complicada compra de Sun el año pasado no ha detenido sus ganas de adquirir más compañías. Tres han sido el número de compañías que adquiría recientemente la empresa, aunque sólo nombraremos la de Secerno, por estar centrada en el mercado de seguridad con una oferta centrada en cómo proteger las bases de datos.
Concretamente Secerno se dedica a la fabricación de una serie de productos de hardware y software llamados DataWall, que controlan cómo se accede a la información de las bases de datos, bloqueando los accesos no autorizados.