El mercado europeo de portátiles y ordenadores de sobremesa no pasa por su mejor momento. Al menos si nos atenemos al último informe de la consultora Gartner, en el que además se evidencia que la crisis no es puntual, sino que afecta a todos y cada uno de los países en los que están presentes las principales firmas de fabricación.
La compañía dirigida por Michael Dell ha sufrido un descalabro similar, pasando del 9,8% al 8,7% de control en Europa Occidental, con 1.185 dispositivos vendidos. Mientras que las únicas que ha conseguido mejorar sus cifras son Acer (del 14,6% al 17,3%), Asus (del 7,3% al 10,7%) y Lenovo (del 6,9% al 7,8%).
En total se han colocado más de 13.500 piezas de hardware entre abril y junio, se calcula que 13.643 concretamente, lo que significa un descenso de 2,4 puntos porcentuales. Los envíos de máquinas para el mercado corporativo se ha reducido un 5,3%, mientras que el crecimiento en el segmento de consumo ha sido casi impercentible (0,4%).
“El gasto en ordenadores personales se ha estancado debido a la incertidumbre económica todavía curso”, explica la analista principal de Gartner, Meike Escherich. “Si la demanda, especialmente la de los consumidores, sigue siendo débil, se producirá una acumulación de viejo stock en en canal antes de la puesta en marcha de Windows 8 en el mes de octubre. Esto podría conducir a significativas reducciones de precios en septiembre, pero también a problemas para vender los nuevos productos durante el tercer trimestre”.
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