El mercado combinado de IaaS y PaaS de nube pública se encamina hacia los 400.000 millones de dólares

La gestión y el análisis de datos estructurados son, junto al desarrollo y la prueba de aplicaciones, los apartados que más ingresos aportarán.

La aportación de la nube al sector empresarial parece no tener techo.  Los servicios de nube pública se están convirtiendo en una parte fundamental de las estrategias de recuperación tras la pandemia y consultoras como IDC pronosticas un futuro prometedor para los segmentos de IaaS y PaaS. Esto es, de infraestructura y plataforma como servicio.

Según sus cálculos, ambos mercados combinados conseguirán ingresos por valor de 400 000 millones de dólares en 2025, tras crecer a un ritmo del 28,8 %.

IDC explica que las empresas ya no migran cargas de trabajo, sino que buscan directamente modernizarse en la nube pública. Uno de sus impulsores es la generación constante de datos, que las organizaciones tienen que gestionar de manera eficaz dentro de sus presupuestos de TI.

La gestión y el análisis de datos estructurados son, junto al desarrollo y la prueba de aplicaciones, los apartados que más ingresos acumularán. Sin embargo, los de mayor crecimiento durante los próximos años deberían ser los de gestión y análisis de datos no estructurados y el tema del streaming.

En cualquier caso, en términos generales, “el gasto empresarial en infraestructura de nube pública continúa creciendo más rápido que los segmentos de infraestructura de TI tradicionales”, tal y como aprecia Andrew Smith, director de investigación de servicios de infraestructura en la nube para IDC, que espera que “todos los segmentos de carga de trabajo crezcan a doble dígito, algunos un poco más rápido que otros, a medida que las empresas emergen de 2020 y continúan priorizando la migración y modernización de cargas de trabajo utilizando infraestructura en la nube”.

Si todo va según lo previsto, en 2022 prácticamente la mitad de los productos y servicios de las empresas serán digitales o se entregarán de forma digital, lo que incrementará la dependencia de la infraestructura.