El mal de Steve Jobs se mantiene en secreto
Apple no da más detalles acerca de la salud de su CEO, por lo que las especulaciones sobre recaídas de males pasados se disparan.
Apple no va a decir de forma oficial qué le pasa a Steve Jobs (no de momento, por lo menos), y el propio CEO de la compañía ha pedido a su staff y, de forma indirecta, a los medios, que respeten su deseo y el de la familia de tener cierta privacidad. Pero precisamente este secretismo dispara los rumores y las especulaciones.
Desde que este mediodía se supo que Steve Jobs volvía a estar de baja, las especulaciones sobre su salud no han hecho más que sucederse, casi todas apuntando a recaídas de sus males pasados: en 2004, el CEO de Apple estuvo enfermo con un cáncer de páncreas y en 2009 tuvo que ser sometido a un trasplante de hígado que le salvó la vida.
La mayoría de los rumores apuntan a la gravedad de lo que sea que afecte a Jobs en esta ocasión, tanto por sus antecedentes y su conocida débil salud como por el hecho de que, aunque nominalmente continúe siendo CEO, lo deje todo en manos de Tim Cook.
Esta nueva baja vuelve a centrar también la atención sobre otro tema con el que se acosa últimamente a Apple: la sucesión de Steve Jobs. Como recuerda The Register, Los accionistas de la compañía quieren que los planes de sucesión dejen de ser secretos, y votarán a finales de febrero una propuesta al respecto. Hace tan solo unos días, Apple aconsejaba a sus accionistas que votasen en contra, ya que estarían haciendo pública “información estratégica”, lo que perjudicaría a la empresa.