Innovaciones tecnológicas a nivel de telecomunicaciones, como el 5G en el segmento móvil o la fibra para el hogar, mejoran la experiencia final pero no reportan mayores beneficios por usuario.
Un estudio de Omdia desvela que, a pesar de que los ingresos mundiales por servicios de banda ancha fija y móvil crecerán un 14 % de aquí a 2027, llegando a 1,2 billones de euros, el ingreso medio por usuario (ARPU) a nivel mensual se reducirá un 4,2 % hasta los 7,16 euros durante ese mismo periodo.
Esta firma de análisis apunta que los clientes no están dispuestos a pagar más por el 5G, que dentro de cinco años usarán 7 de cada 10 personas.
Además, la competencia se está intensificando en los mercados con alta penetración de fibra, con una ruta de monetización poco clara.
“La gente no compra tecnología, compra nuevas experiencias divertidas y emocionantes”, comenta Ronan de Renesse, director de investigación de Omdia.
“Existe la idea errónea de que los operadores deberían revender la tecnología que compran directamente a los clientes, y eso no funciona”, advierte. “No depende sólo de los operadores resolver el desafío del crecimiento del ARPU, sino del resto del ecosistema de servicios digitales“.
En este sentido, Ronan de Renesse identifica la red como “la base sobre la que pueden florecer la innovación y la creatividad”.
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