El recién y flamante smartphone de HTC es realmente bonito y tiene una estructura bastante duradera, pero todo esto esconde un smartphone que es muy difícil de abrir y aún más de reparar por ti mismo.
Uno de sus principales problemas viene a la hora de quitar la parte trasera de la carcasa. Al no haber tornillos ni pestañas de presión, la única manera es haciendo palanca, lo cual destroza el borde de plástico. Puede que HTC tenga un sistema interno para hacerlo, pero en casa os resultará imposible sin magullarlo.
La batería se encuentra bajo la placa base, por lo que cualquier cambio o modificación requerirá un esfuerzo considerable. Esto unido con la falta de microSD le quita muchos puntos a este smartphone en la batalla de ventas que se le avecina.
Luego tenemos también los recubrimientos de cobre, que sirven para disipar mejor el calor y actúan de tierra, pero que son realmente difíciles de quitar y volver a poner como estaban.
Acceder a la pantalla requerirá también quitar todos los componentes, ya que los conectores sólo serán accesibles una vez quitada la carcasa, placa, batería y el resto.
Total que si os da igual la reparabilidad el HTC sigue siendo una buena opción, pero olvidaros de toquetearlo vosotros mismos sin hacer un destrozo.
vINQulos
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