El hardware y el software de IA van camino de rozar el billón de dólares en 2027

Bain & Company pronostica que el valor del sector de la IA dentro de tres años será de 780.000 millones de dólares como mínimo y 990.000 millones como máximo.

Casi 1 billón de dólares. Ese es el valor que podría alcanzar el mercado de la inteligencia artificial (IA) en 2027, según estimaciones que comparte Bain & Company. Sus cálculos apuntan a 780 000 millones como mínimo, con potencial para llegar a los 990 000 millones entre hardware y software.

Su evolución estará impulsada por la introducción de la IA generativa en el ámbito empresarial y el incremento de los centros de datos.

Bain & Company cree que las tareas laborales basadas en IA aumentarán un 25-35 % anual hasta 2027 y provocarán mayor demanda de capacidad de procesamiento. Al mismo tiempo, el coste de los centros de datos pasará de los 1000-4000 millones de dólares actuales a un rango de entre 10 000 y 25 000 millones en el próximo lustro.

Durante el último año ya se ha multiplicado por dos el número de grandes empresas que destinan más de 100 millones de dólares a la implementación de IA, lo que las lleva a experimentar con cientos de casos de uso.

El desarrollo de software, el soporte a cliente, el ámbito de las ventas y marketing, el la mejora de productos y las operaciones internas están generando la mayor parte del valor para las empresas en cuestión de IA.

“En el caso de España, varias empresas están considerando movimientos importantes relacionados con la IA y están haciendo pruebas de concepto”, apunta Alberto Requena, socio de Bain & Company, “pero sólo algunas han convertido a esta tecnología en una prioridad clave con planes y KPIs específicos para medir su progreso”.

“Las áreas donde se empiezan a ver resultados son: el coding (donde se observa un ahorro de hasta el 50 % del tiempo de desarrollo de código, impulsado por los mismos empleados), la gestión del conocimiento interno y áreas de servicio al cliente”, especifica Requena.

¿Una nueva escasez de chips?

Bain & Company también prevé que los grandes centros de datos podrían terminar expandiéndose a 1 gigavatio o más. Actualmente operan con potencias de entre 50 y 200 megavatios.

Por su parte, el edge computing debería terminar avanzando con modelos concretos para dominios. Estos se orientarán a una menor latencia y respuestas rápidas.

Otro pronóstico de la consultora tiene que ver con los semiconductores para dispositivos como smartphones y ordenadores. Y, más concretamente, con una probable vuelta a la escasez de chips debido al incremento de la demanda de GPU. Las solicitudes de componentes clave podrían subir un 30 % para 2026 y provocar tensiones en la cadena de suministro.