El gran reto en seguridad que plantea la computación cuántica

Las técnicas criptográficas extendidas en la actualidad podrían perder su utilidad con la introducción de ordenadores más potentes.
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Los avances en computación cuántica mantienen a la industria en alerta por sus implicaciones en seguridad.
Y es que las técnicas criptográficas que se encuentran extendidas en la actualidad podrían perder su utilidad con la introducción de los ordenadores cuánticos.
“Cambiará por completo la forma en la que resolvemos problemas, analizamos datos y garantizamos la seguridad de la información”, comenta Joseba Inchaurraga, presidente de Ibermática Fundazioa, sobre la computación cuántica, “pero también plantea desafíos importantes”.
“Durante décadas, hemos construido la protección de nuestros datos y comunicaciones en torno a sistemas de cifrado que hoy consideramos seguros”, relata.
“Sin embargo”, señala, “los ordenadores cuánticos tendrán la capacidad de romper muchas de estas barreras en un futuro no muy lejano”.
Esto obliga a empresas, Administraciones públicas y la sociedad en general a adoptar nuevas medidas de seguridad.
“Ya no se trata sólo de protegerse de los ataques convencionales“, incide Inchaurraga, “sino de prepararnos para una era en la que las herramientas de cifrado actuales podrían quedar obsoletas”.
Así lo ha transmitido durante su intervención en la jornada “De la Computación Cuántica a la Seguridad” celebrada por Ayesa, a través de Ibermática Fundazioa, y la Diputación Foral de Gipuzkoa.
Sistemas de cifrado como RSA o ECC, que protegen comunicaciones por correo electrónico, transacciones bancarias e historiales médicos podrían terminar quebrados en cuestión de minutos por las máquinas del futuro.
Hoy en día ya hay delincuentes que hacen acopio de información cifrada para descodificarla con ayuda de los ordenadores cuánticos cuando estén disponibles.
Mientras, los expertos en tecnología y los científicos trabajan para desarrollar una estrategia Quantum-Safe o de criptografía poscuántica para evitar problemas.
“En este contexto, las organizaciones no pueden permitirse esperar. La preparación debe comenzar ahora”, considera Inchaurraga, que defiende la organización de eventos para conseguir “entender mejor el problema”.
Esto es, para “conocer las soluciones que ya están en marcha y reflexionar sobre cómo podemos integrar esta transición en nuestra estrategia de seguridad”. O, en definitiva, “para preparar el futuro”.