El Gobierno se opone a que Bruselas desmembre Telefónica
Nuevas enmiendas podrían forzar la separación funcional del departamento de servicios y el de gestión de redes para fomentar la competencia.
El secretario de Estado de Telecomunicaciones, Francisco Ros, ha reiterado su oposición a la propuesta de la Comisión Europea de dar poderes a los reguladores nacionales para que puedan desmembrar a los operadores dominantes, como Telefónica en España, obligando a separar funcionalmente el departamento de servicios y el de gestión de redes con el objetivo de fomentar la competencia. Ros rechazó sobre todo que sea el Ejecutivo comunitario el que tenga la última para decidir este troceamiento.
El representante del Gobierno viajó a Estrasburgo para entrevistarse con los eurodiputados que están elaborando las enmiendas que presentará el Parlamento Europeo a la propuesta de Bruselas para revisar el marco legislativo de la UE en materia de telecomunicaciones. Estas enmiendas, que tienen carácter vinculante, se aprobarán en el pleno de julio. El objetivo de su visita, según explicó, es lograr que la Eurocámara recoja las ideas de España, de manera que la norma final “sea la que más interese y concuerde con lo que a España le pueda venir bien”, según informa Europa Press.
Ros destacó que la actual normativa comunitaria ya prevé forzar la separación funcional de los operadores históricos, como ha hecho Reino Unido, y por ello dijo que el Gobierno no ve necesaria una nueva legislación específica. “Y de lo que estamos totalmente en contra es de que sea la Comisión la que pueda imponer a un país el que establezca la separación funcional. Como solución en algún caso para algún país vemos que puede ser interesante, pero no que sea la Comisión la que establezca la obligatoriedad de hacerlo”, resaltó.
El secretario de Estado de Telecomunicaciones rechazó también la otra gran propuesta del Ejecutivo comunitario para fomentar la competencia en el sector, la puesta en marcha de una Autoridad Europea del Mercado de las Telecomunicaciones. A su juicio, la creación de esta Agencia haría “perdurar” la regulación sectorial sobre telecomunicaciones, lo que se contradice con el objetivo de España de lograr que el sector se rija por las leyes generales de competencia.
La posición de España coincide en líneas generales con la manifestada hasta ahora por los ponentes que están elaborando las enmiendas al nuevo marco legislativo sobre telecomunicaciones, entre ellos la eurodiputada del PP. Los ponentes se oponen a crear esta nueva Agencia y rechazan también que el Ejecutivo comunitario tenga la última palabra para imponer la separación funcional.
Ros resaltó que la nueva normativa sobre telecomunicaciones debe tener como objetivos principales incentivar la inversión y fortalecer la competencia. También abogó por reforzar los derechos de los usuarios y aseguró que las propuestas de la Eurocámara en este sentido coinciden con las iniciativas que se están poniendo en marcha en España donde, según dijo, “tenemos ahora el marco de ayudas y herramientas para información y protección de los usuarios más potente que hay en el mundo en telecomunicaciones”.