El gobierno alemán quiere acabar con el spam
El gobierno alemán quiere crear una infraestructura capaz de exigir la identificación a los remitentes del spam e incluso cobrar por correo enviado.
La teoría dice que detener el spam es fácil, tan sólo hay que hacer que no sea rentable cobrando por cada mensaje enviado, o haciendo que los responsables de enviar correos electrónicos no deseados tuvieran que autenticar su identidad, para detener la falsificación de direcciones o simplemente bloquearlas.
Pero llevar la teoría a la práctica no es fácil. Dejando de lado el cobro por email, algo que provocaría una gran revolución en Internet, otra opción es la de crear una infraestructura de correo electrónica paralela y segura que sea capaz de unir la autenticación electrónica con las identidades del mundo real, una tarea colosal que es la que está dispuesta a realizar el gobierno alemán.
De-mail, abreviación de Deutschland-mail, es un servicio respaldado por el gobierno en el que los mensajes son cifrados y firmados digitalmente, de manera que no pueden ser interceptados ni modificados durante su envío. Los usuarios o empresas que quieran enviar o recibir mensajes De-mail tendrán que proporcionar una identidad del mundo real y asociarla a una dirección De-mail de un proveedor de servicio aprobado por el gobierno. Este servicio establecerá una nueva ley que el gobierno espera que esté en vigor a finales de este mes y que permitiría a los proveedores de servicio cobrar por enviar mensajes si ellos quisieran.
Los proveedores de servicio estarán obligados por ley a entregar cada mensaje de De-mail, sin bloquearlos, como si fuera un servicio postal. Además, los mensajes enviados a través de De-mail tendrán la misma protección y estatus legal que el correo postal.
La proporción de spam en De-mail será mucho menor que en otros servicios de correo electrónico, servicios que según Kaspersky Labs gestionaron un 77,6% de spam en enero. Y será menor porque los remitentes tendrán que identificarse, lo que hará que sea un riesgo promocionar productos farmacéuticos falsos o ilegales o los planes de inversión piramidales, que se unirá a que cualquier cobro por enviar mensajes hará que el ‘spaming’ sea menos rentable.
Desde el punto de vista técnico De-mail utilizará los estándares de Internet existentes, los mensajes se llevarán a través de conexiones cifradas entre servidores dedicados SMTP (Simple Mail Transfer Protocol) que sólo se comunican entre ellos, aislándose de cualquier servidor de correo electrónico de Internet. La ley exigirá que los proveedores de servicio de De-mail cumplan con estrictas especificaciones técnicas y superen auditorías de seguridad regulares.