El futuro, según Intel, pasa por convertir al ser humano en plataforma móvil
El principal objetivo de la tecnología seguirá siendo ampliar las capacidades de los usuarios pero de una manera más personalizada, diferenciando entre contextos y sin apenas consumir electricidad.
Una prenda de ropa inteligente para ciclistas, armada con una red de circuitos y capaz de emitir luces rojas al frenar se ha convertido en una de las estrellas de la jornada de clausura del Intel Developer Forum (IDF) 2013.
¿Por qué? Porque representa, según la compañía americana o más concretamente de acuerdo con las investigaciones de su antropóloga, Genevieve Bell, todo lo que las personas piden de la tecnología móvil que viene: que sea personalizada pero sin caer en lo intrusivo (la chaqueta se lleva encima mientras se disfruta del paseo en bicicleta), que permita vivir el presente (el usuario no tiene que controlar conscientemente su funcionamiento) y que ayude maximizar el potencial de la situación (supone una mayor seguridad porque da visibilidad en carretera).
Al mismo tiempo se trata de un excelente ejemplo de lo que la doctora Bell considera el propio futuro de la tecnología, que no es ni más ni menos que convertir al ser humano en la principal plataforma móvil.
O, en otras palabras, durante los próximos años la tecnología seguirá siendo usada para ampliar las capacidades de las personas y hacer desaparecer sus limitaciones, por lo que debería expandirse más allá del conglomerado de smartphones y tabletas actual, que no es el punto de llegada definitivo.
“La tecnología de la movilidad lleva siglos transformando las sociedades humanas”, ha dicho Bell. “Su futuro no solo se verá afectado por la constante miniaturización de las tecnologías informáticas, fruto de la Ley de Moore, sino por el crecimiento de la población mundial. Nuestra inspiración no sólo debe ser consecuencia de la invención de nuevos componentes tecnológicos, sino de los propios deseos y necesidades de los seres humanos”.
Y ha subrayado que “no es un único futuro el que estamos conformando, son 7.000 millones y la cifra va en aumento”, en referencia al número total de personas que habitan el planeta Tierra.
El reto de los fabricantes de dispositivos será, por lo tanto, aprender a conocer a los usuarios y a reconocer sus necesidades en función de los diferentes contextos en los que éstos se encuentren e, igual de importante, entregar tecnología que dure más tiempo activa sin consumir apenas electricidad.