Todas las empresas, de todos los campos de actividad, necesitan adaptarse a la era digital. Pero no todos los sectores tienen los mismos requisitos ni los mismos condicionantes. Los negocios que se mueven en el ámbito financiero, como la banca y los seguros, viven sometidos a numerosas regulaciones que provocan que su viaje tecnológico, y sobre todo al aprovechamiento de infraestructuras híbridas y multicloud, estén siendo limitados.
La obligatoriedad del cumplimiento y de proteger datos sensibles y operaciones críticas, junto con la existencia en estas empresas de aplicaciones legacy complejas y costosas de migrar, están detrás de una modernización más lenta que en organizaciones convencionales.
Sin embargo, la competencia aprieta. Durante los últimos años han surgido fenómenos como fintech que han cambiado las reglas de juego. El mercado está cada vez más presionado y los propios cambios sociales y de consumo por parte de los clientes llevan a los bancos y las empresas de seguro hacia una urgente necesidad de actualización que no podría abordarse sin una puesta punto de la infraestructura de TI.
Para conocer el estado del sector, sus retos y soluciones, NetMedia ha reunido a dos expertos en servicios financieros y la nube. Rodrigo López, Enterprise Account Manager de Nutanix Financial Services, y Andrés Rey, Specialist Hybrid MultiCloud para el sur de EMEA de esta misma compañía, protagonizan el webinar “El futuro de la banca y seguros pasa por ser multicloud”. Juntos abordan las mejoras estrategias para triunfar en la actualidad.
Esta época de tecnologías híbridas ofrece la posibilidad de innovar a gran velocidad, con un importante ahorro de costes y altos niveles de seguridad, eliminando los improductivos silos de trabajo y rediseñando la infraestructura para hacerla más transparente.
Que “la tecnología ha tomado un papel relevante para impulsar el crecimiento de las empresas” es evidente. Rodrigo López, Enterprise Account Manager de Nutanix Financial Services, explica que permite “incrementar ingresos y mejorar la experiencia”, tanto de clientes como de los empleados. Muchos de estos empleados son ahora teletrabajadores, lo que significa que “las empresas están migrando a la nube” para sustentar su transformación y beneficiarse de ventajas como la agilidad, menos paradas de servicio o la sostenibilidad.
Pero esa transición “no está siendo sencilla”, advierte López. Se calcula que la mayoría de las cargas de trabajo y de las aplicaciones, alrededor de un 54 %, permanecerá en los centro de datos en los próximos años. Este porcentaje será incluso mayor en el sector financiero. “La nube provee agilidad”, al tiempo que genera “puntos de riesgo a tener en cuenta”, tal y como explica el primer ejecutivo que ha participado en el webinar.
Por ejemplo, “hay gastos imprevistos, no controlados”, relacionados con los entornos multicloud y la proliferación de servidores y bases de datos. Otro gran problema es la falta de personal “con los skills adecuados”, a lo que se suman las dificultades de retención de talento. Y, en el caso de entornos regulados como la banca y los seguros, “existe un gran riesgo y un coste a pagar por el temido vendor lock-in”, enumera el experto de Nutanix.
La consecuencia de pertenecer a un sector regulado es que “sólo el 8 %“ de las cargas de trabajo actuales de los bancos se ejecuta en la nube. La adopción cloud se está retrasando porque autoridades y bancos centrales les exigen a las distintas compañías, y por tanto a sus responsables de tecnología, que garanticen “una resiliencia operacional” a la hora de elegir proveedor y gestionar los datos de los clientes.
¿Cuál es la situación del sector de los seguros? “No difiere mucho”, según la experiencia de Rodrigo López. Existen “muchas aplicaciones legacy” y resulta complicado “definir una estrategia adecuada” para “volver a construir esas aplicaciones para llevarlas al entorno cloud”. El tiempo invertido en tareas de refactorización, el rendimiento final o la generación de costes no predecibles son factores que condicionan la adopción cloud. El nivel de adopción en este caso es de “en torno al 7 %”.
¿Y qué opciones hay para modernizar con éxito la tecnología, aprovechando el enfoque de multinube? Nutanix opina que “la infraestructura legacy va a seguir” y que lo que tienen que hacer los servicios financieros es aprender a “convivir con ella”, mientras comienzan a interactuar con proveedores de servicios como Amazon, Microsoft o Google. Su propuesta pasa por “una única consola” para gestionar este entorno multicloud complejo “de un solo plumazo”.
“Lo que quieren las empresas es poder transicionar hacia un entorno cloud” que ofrezca beneficios “de una forma ordenada”, con una buena sintonía entre los elementos del actual “mundo heterogéneo”. Es decir, Nutanix apuesta por la convivencia entre la nube privada y la nube pública hasta alcanzar el “hybrid multicloud”. Esta nueva realidad permite “ser mucho más veloz”, “correr cualquier carga de trabajo” de manera dinámica, mantener el control y evitar la dependencia del proveedor.
López aconseja no meterse “en grandes proyectos o cambios en las aplicaciones” y buscar “una plataforma que unifique esta complejidad” y permita “pensar en el futuro” para conseguir buenos resultados. La idea de “no ser un vendor lock-in” y la posibilidad de “unificar nubes privadas” con “nubes públicas” de “los players más potentes del mercado” despuntan también en el discurso de Andrés Rey, Specialist Hybrid MultiCloud para el sur de EMEA.
Esto debe hacerse pensando en los clientes. Y es que “la posibilidad de migración de aplicaciones a entornos de cloud pública es un problema inicialmente, la posibilidad de encontrar personas o el perfil perfecto es muy complicado y la retención de talento también”, explica al respecto Rey. Desde el primer día se suceden desafíos como el backup y el tratamiento de la infraestructura. A esto hay que añadir “la complejidad en costes, la falta de transparencia muchas veces con los recursos que estamos utilizando” o “la falta de skills”.
El experto en multinube híbrida recomienda usar “un único panel de gestión” para todas las nubes, que facilite los despliegues “independientemente del entorno” así como “mover cargas entre distintas cloud”. Otro punto relevante a la hora de seleccionar una solución es que respete la planificación anterior y soporte el uso de licencias anteriores ya adquiridas. Y, claro está, “la flexibilidad en la integración” y la escalabilidad bajo demanda, con la posibilidad “de utilizar data centers que están en otros países”.
La herramienta elegida tiene que ofrecer “visibilidad” sobre “el uso que le estamos dando a los servicios que ejecutamos en cloud pública” y “en qué nos estamos gastando el dinero”, para optimizar los costes. “Deberíamos conocer también en qué estamos invirtiendo en nuestra cloud privada”, añade Rey, para una “visibilidad instantánea” de los recursos de la compañía.
¿Y qué más? Tener en cuenta el gobierno del dato, la opción de “aislar entornos” y de “crear políticas de seguridad”, las “migraciones a cloud sin cambio de código” o el despliegue rápido gracias a las capacidades de automatización. Son varias las vías que se abren con la tecnología. Andrés Rey destaca tres grandes beneficios de los entorno de nube híbrida para casos de uso comunes: el “disaster recovery” sin centro de datos propio, “elasticidad bajo demanda” y el “lift and shift” para pasar aplicaciones del entorno privado a la nube pública.
Lift and shift, precisamente, “ha resuelto la papeleta” para muchas compañías, tal y como señalan desde Nutanix, porque permite mover cargas tal y como ellas desean y trabajar en ambas plataformas. La innovación se agiliza y las incertidumbres asociadas a la puesta en marcha de un nuevo proyecto desaparecen. Los entornos híbridos facilitan el tema del provisioning y las integraciones.
“Existen entornos en los cuales podemos convivir con lo que teníamos y con lo nuevo”, resume Rodrigo López. Lo importante es la estrategia: “tener un correcto balance” con “los pasos a seguir y, sobre todo, una evaluación” sobre “qué cosas tenemos que llevar a la nube” y qué no se puede llevar. Es decir, tener claro el momento en el que se está, “qué queremos conseguir de esa transición a la nube y en qué tiempo”. A partir de ahí sólo quedará aplicar los pasos correspondientes para llegar al objetivo “de una forma sencilla, rápida, con un coste adecuado”, gobierno y control.
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