El fraude “pump-and-dump” se cierne sobre la Bolsa en forma de spam

El volumen de spam que se mueve alrededor del mundo no deja de crecer.

Durante el mes de abril, por ejemplo, ha repuntado un 7,6% hasta situar en 7 de cada 10 el número de mensajes de correo electrónico que se identifican como spam dentro del recuento global de emails.

De hecho, en una fecha muy concreta como ha sido la Semana Santa, el spam llegó a figurar como el 73% de todos los correos electrónicos, aprovechando el envío de contenido temático y supuestas ofertas de productos.

Así lo explica la compañía de seguridad Kaspersky Lab en su tradicional Informe de Spam.

Aunque uno de los datos más curiosos que se recogen en este estudio se refiere a la detección de spam “pum-and-dump” que afecta a las cotizaciones en Bolsa.

“Pum-and-dump” es una técnica que consiste en inflar el valor real de las acciones de un negocio mediante la diseminación de mentiras que ponen su precio por las nubes, hasta que la persona que ha difundido esas historias consigue vender su participación y estafar al nuevo dueño.

En esta ocasión, lo que Kaspersky ha detectado ha sido el movimiento de campañas de spam que incitaban a adquirir “acciones de ciertas compañías a precios muy bajos que supuestamente aumentarían notablemente en un futuro cercano”.

Como remitente se empleaba el nombre de “diferentes compañías que ofrecen servicios de inversiones y bolsa a potenciales inversionistas”.

Es por eso que se recomienda ir más allá de las primeras impresiones, revisando las direcciones de correo desde las que se envían realmente este tipo de emails y tomando las ofertas demasiado buenas para ser ciertas con precaución. Así se evitarán problemas mayores.

Además, cabe señalar que una forma de identificar esta clase de fraudes es tener en cuenta que los cacos 2.0 tienen predilección por publicitar la compraventa de acciones de empresas no muy conocidas.