El flujo de datos entre las empresas a ambos lados del Atlántico se enfrenta a un futuro incierto
Las empresas deberán afrontar nuevas exigencias de los reguladores comunitarios de privacidad. Muchos de los procedimientos existentes se encuentran en la cuerda floja legal.
El libre flujo de datos entre las empresas a ambos lados del Atlántico es un elemento vital para las relaciones comerciales, pero se enfrenta a un futuro incierto a pesar del nuevo acuerdo alcanzado esta semana entre las autoridades europeas y estadounidenses.
El acuerdo Privacy Shield, que sustituye al antiguo Puerto Seguro, se enfrenta ahora al escrutinio de los organismos de protección de datos comunitarios y las empresas deberán afrontar nuevas exigencias por parte de reguladores de privacidad.
“Google, Facebook y otros servicios de Internet que transfieren grandes cantidades de datos a nivel mundial serán los primeros blancos de cualquier nueva medida en la regulación”, han asegurado fuentes que apunta Reuters.
Una gran cantidad de industrias han utilizado la transferencia de datos transfronterizos para intercambiar información de los empleados, cuando los datos de consumo se han compartido para completar las transacciones con tarjeta de crédito, de viaje o de comercio electrónico, o para orientar la publicidad en base a las preferencias de los clientes.
Desde el año 2000 hasta 4.500 empresas estadounidenses han utilizado las reglas para autocertificar su conformidad con los principios de privacidad de la UE recogidas en el marco del acuerdo de Puerto Seguro. Otras compañías, especialmente las startups, ni siquiera han cumplido estas normas.
Los expertos han asegurado que muchos de los procedimientos existentes para la gestión del flujo de datos transfronterizos se encuentran en la cuerda floja legal.