El fin de Secret ya no es ningún secreto
La aplicación y startup para compartir rumores de manera anónima anuncia su cierre, un año y unos meses después de su lanzamiento.
El año pasado las plataformas de Social Media y herramientas de mensajería tuvieron un pequeño boom con los servicios para compartir rumores y secretos, dando una nueva vuelta de tuerca al concepto de privacidad, mientras también se ahondaba un poco más sobre el componente de la inmediatez. Fue entonces cuando se comenzaron a popularizar apps como Secret, Whisper o YikYak.
Pero en el mundo de Silicon Valley los mensajes no son lo único efímero. Con solo 16 meses de vida y muchos rumores a sus espaldas, la startup Secret ha decidido cesar sus actividades de una vez por todas.
Así lo ha comunicado su cofundador y CEO, David Byttow, en la plataforma de blogging Medium. “Ha sido la decisión más difícil de mi vida y la que más me ha apenado. Desgraciadamente, Secret ya no es el reflejo de lo que quería cuando empezamos, así que creo que esta es la mejor decisión para mi, los inversores y el resto del equipo”, ha señalado el ejecutivo.
Secret había recaudado más de 35 millones de dólares, obteniendo el favor de inversores como Google Ventures (la firma de capital riesgo de Google), el fondo Kleiner Perkins Caufield and Byers y el actor Ashton Kutcher. Byttow ha asegurado que devolverán el dinero que no han gastado a los inversores.
La popularidad de Secret (llegó a tener 15 millones de usuarios en su mejor momento) vino de la mano de diferentes escándalos. Mientras servía como una plataforma para encontrar filtraciones y rumores del valle de la tecnología que luego se acabarían cumpliendo (como la marcha de Vic Gundotta de Google o el cierre de la división Fuelband dentro de Nike) también se comenzaron a recibir quejas porque el servicio parecía un caldo de cultivo para el ‘bullying’ en los institutos. La startup incluso se comprometió a evitar el acoso escolar implantando una nueva tecnología. Algunos países como Brasil incluso decidieron prohibirla y multar a aquellos que la descargaran.
El cierre de la app se había rumoreado desde hacía unos días. Irónicamente, así ha sido el final para una plataforma que pretendía ganar dinero a base de chismes.