El fenómeno BYOD, de quebradero de cabeza a aliado de la seguridad
Gartner señala al BYOD como “una oportunidad” de crecimiento para los proveedores de seguridad y como un aliciente para que los usuarios móviles refuercen, de una vez por todas, sus dispositivos.
Desde la popularización del fenómeno BYOD, esto es, “bring your own device” o “trae tu propio dispositivo” a la oficina, las implicaciones de seguridad han sido nombradas incesantemente como uno de sus mayores riesgos.
Sin embargo, lo que parecía un quebradero de cabeza en toda regla ahora podría convertirse en uno de los mayores aliados de usuarios, compañías y vendedores.
Y es que, en términos generales, los dispositivos móviles como smartphones y tablets PC suelen usarse desprotegidos en comparación con los ordenadores portátiles y de sobremesa, que sus dueños acostumbran a proteger con sistemas antimalware.
Con la aceptación de estos gadgets dentro de la empresa, los controles deberían irse reforzando y los usuarios podrían tomar conciencia más rápido de la necesidad de usar antivirus también en sus terminales móviles.
Los grandes beneficiados, más allá de los propios consumidores que podrán utilizar sus posesiones sin miedo, serán los proveedores de seguridad que, además, están obligados a buscar nuevas formas de ingresos a raíz de la crisis de PC. O al menos así lo cree Gartner.
“El uso de dispositivos personales en el trabajo coincide con una demanda empresarial alta por poner solución al problema de la seguridad BYOD”, comenta el director de investigación de dicha consultora, Ruggero Contu. “Esto ofrece a los proveedores de productos de seguridad tanto de consumo como corporativos una oportunidad con la que reforzar el control de los dispositivos privados y, potencialmente, ampliar su presencia en el espacio de consumo“.
“Por consiguiente”, continúa, “los responsables de producto de los distintos proveedores de seguridad tienen que adoptar estrategias que permitan un uso seguro de los dispositivos de consumo personales en el lugar de trabajo”.
Esto implica desde la necesidad de cubrir todas las plataformas móviles del mercado, hasta ajustar los precios a un público que no está dispuesto a pagar demasiado.