El ex consejero delegado de Livedoor se declara inocente

Takafumi Horie ha sido acusado de falsificar las cuentas para impulsar las acciones de la compañía japonesa de Internet.

El ex consejero delegado de la empresa de Internet Livedoor, protagonista de uno de los escándalos más sonados en la historia empresarial japonesa, se ha declarado inocente de haber violado las regulaciones bursátiles.

La investigación sobre las cuentas de la compañía en enero hizo que se desplomasen sus acciones y colapsó el mercado bursátil de Tokio con órdenes de venta. El caso también salpicó al primer ministro japonés Junichiro Koizumi, quien había designado al entonces prometedor ejecutivo como candidato al parlamento.

Los fiscales que llevan el caso acusan a Takafumi Horie de violar las leyes que rigen el mercado bursátil, al colaborar con otros para impulsar el precio de las acciones de Livedoor falsificando los estados contables de la compañía.

Sin embargo, el ex consejero delegado reiteró su inocencia: “Yo no he llevado a cabo delitos semejantes a los mencionados ni ordené a nadie que lo hiciera”, dijo Horie, “es lamentable que haya sido acusado”.

Horie se enfrenta a una condena de hasta cinco años de cárcel y multas de hasta 5 millones de yenes (más de 33.000 euros) si lo declaran culpable. Su abogado cree que el juicio le permitirá dar su versión de los hechos, aunque es probable que no testifique hasta noviembre. Otros cuatro ex ejecutivos de Livedoor, que se enfrentan a juicios independientes, han admitido algunos de los cargos, según la prensa japonesa.

Con todo, el ejecutivo Horie era hasta este año el símbolo por excelencia de un nuevo y dinámico Japón, escenario de opas hostiles y fortunas rápidas.

Tras la redada efectuada en enero la compañía perdió más de 5.000 millones de dólares en valor de mercado y fue retirada de cotización en abril. El desplome de Livedoor llegó a salpicar al gobernador del Banco de Japón, Toshihiko Fukui, quien reconoció haber invertido 10 millones de yenes hace años en un fondo dirigido por Yoshiaki Murakami, que fue acusado en junio de abuso de información privilegiada en una operación relacionada con Livedoor.