Gracias a “El escarabajo de oro” muchos han descubierto uno de los métodos básicos para romper un mensaje cifrado y recuperar la información original.
Edgar Allan Poe es tal vez más conocido por sus obras de misterio e historias macabras, si bien también fue un apasionado de la criptografía. Esa afición ha quedado reflejada para la posteridad con mensajes ocultos en varios de sus poemas y de forma más explícita en “El escarabajo de oro”.
Esa faceta se hizo aun más patente cuando en 1839 comenzó a escribir en la publicación Alexander’s Weekly Messenger una serie de artículos sobre criptografía, llegando a retar a sus lectores a que le enviaran mensajes cifrados que él intentaría resolver.
Su colaboración con la publicación apenas duró 5 meses. Un año más tarde comenzó de nuevo a escribir sobre criptografía en la publicación Graham’s Magazine, bajo el título “A Few Words on Secret Writing” y una serie de tres artículos. En esta publicación afirmó que durante el transcurso del anterior reto logró resolver todos los mensajescifrados enviados por los lectores de Messenger, aproximadamente unos cien.
Según Poe, recibió dos nuevos mensajes cifrados de un lector, Mr. W.B. Tyler, que reprodujo en Graham’s Magazine para animar a sus lectores a que intentaran descifrarlos. Poe afirmó que no había podido resolverlos por falta de tiempo. Siempre se tuvo la sospecha de que la historia era una excusa, y que Tyler era en realidad Poe, que habría dejado de esta forma algún mensaje oculto para la posteridad.
El primero de los mensaje cifrados de Tyler no fue resuelto hasta pasados más de 150 años, en 1992, por Terence Whalen, un estudioso de la obra de Poe, que a día de hoy ejerce en la universidad de Illinois. Este primer mensaje resultó ser un fragmento de “Cato”, obra de Joseph Addison que data de 1973, y que a priori no establece relación alguna con Poe. En cuanto al sistema de cifrado utilizado, tampoco resultó ser nada sofisticado, se trataba de una simple sustitución monoalfabética, que podía ser resuelta de forma similar a como se describe en “El escarabajo de oro”.
El segundo mensaje cifrado de Tyler seguía resistiendose. En 1996, Shawn J Rosenheim, profesor del Williams College y estudioso de Poe, anunció un concurso por el que premiaría con 2.500 dólares a la persona que descifrara el segundo mensaje de Tyler.
En el año 2000 Gil Broza, actualmente consultor IT, se alzaría con el premio al resolver el segundo mensaje de Tyler con la ayuda de un ordenador, varios programas que diseñó para la ocasión, y dos meses de quebraderos de cabeza. El texto descifrado resultó ser de lo más decepcionante, ya que no se ha establecido su autoría y a priori no guarda relación alguna con Poe. Aun así, continúan las teorías sobre que Poe pudiera ser el autor de estos mensajes cifrados y que, una vez descifrados, aun pudiera contener algún mensaje oculto que aun no habría sido interpretado.
Si has llegado hasta aquí y no conocías la obra de Poe o te has interesado por el criptoanálisis, tal vez te apetezca leer “El escarabajo de oro”:
(PDF) http://www.librosgratisweb.com/pdf/poe-edgar-alan/el-escarabajo-de-oro.pdf
(PDF) http://www.estadisticaparatodos.es/taller/criptografia/Edgar_Allan_Poe-El_Escarabajo_de_oro.pdf
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