El escándalo de las memorias

Estados Unidos y la UE investigan si los grandes fabricantes de memoria
conspiraron para aumentar el precio de los chips en 2001.

Haciéndose eco de una investigación similar que está llevando a cabo el

departamento de justicia estadounidense, la Unión Europea ha estado

investigando acusaciones que afirman que los mayores fabricantes de

memorias informáticas del mundo acordaron fijar los precios de sus

productos.

La investigación se centra en si fabricantes de

memoria como Samsung, Micron e Infineon se confabularon para aumentar

los precios de sus productos a finales de 2001.

El mes pasado, la

Federal Trade Commission (FTC) reveló partes de una correo electrónico

con fecha noviembre de 2001 de un ejecutivo de Micron Technology que

podría sugerir que los tres grandes fabricantes de memorias estuvieron

de acuerdo en aumentar los precios de la memoria DRAM, diseñadas por la

compañía estadounidense Rambus, durante 2001.

Históricamente, la venta de DRAM ha sido un negocio o bien ruinoso o de

gran éxito, pero algunos han acusado a las grandes compañías de intentar

alterar este patrón histórico. El mercado DRAM sufrió un duro golpe por

la recesión económica y la subsecuente caída del mercado del PC que

empezó a finales del año 2000. Al decrecer la venta de PCs, también cayó

la demanda de RAM, lo que hizo que los fabricantes de memoria redujeran

sus precios con la intención de que la demanda aumentara.

Entonces, a principios de 2001, los precios de las memorias subieron de

nuevo. Algunos fabricantes atribuyeron ese aumento a la escasez de

producción. Pero otros, incluido Michael Dell, fundador de la compañía

fabricante de PCs Dell sugirió que el incremento de precios se debía a

una conducta similar a la de un cartel [colombiano] por parte de un par

de proveedores de DRAM.

El Departamento de Justicia abrió

una investigación sobre el precio fijado de las memorias DRAM en Estados

Unidos durante 2002. En diciembre, Alfred Censullo, antiguo jefe de

ventas de Micron, estuvo conforme con la acusación de intento de

obstrucción a una investigación.

Censullo fue acusado

por un tribunal de San Francisco de obstruir a la justicia alterando y

encubriendo documentos que contenían información sobre los precios de

sus competidores. Estos documentos habían sido solicitados a Micron en

2002 a través de la citación de una gran jurado federal del Norte de

California.

Después de cumplir con esa citación, Censullo

presuntamente alteró sus notas escritas a mano sobre conversaciones

entre los directores de ventas de Micron, discutiendo las

recomendaciones de precios para los DRAM utilizadas en los PCs y

servidores de aquel entonces. Las notas también contenían referencias

sobre cuánto estaban cobrando los competidores por las memorias DRAM.

Ahora, el culebrón se traslada a Europa con la investigación que la Unión

Europea está llevando a cabo sobre el posible establecimiento de precios.