El día que las aplicaciones iOS y Android se colaron en Windows
Además de abrirse a la compatibilidad con software construido originalmente para otros ecosistemas, Microsoft ya se ha puesto como reto alcanzar los 1.000 millones de dispositivos Windows 10 en dos o tres años.
El lanzamiento de un nuevo build, un Windows 10 Insider Preview Build 10074 que llega con ciertas características como la recuperación de Aero Glass, no es todo lo que ha desvelado Microsoft durante los primeros compases de la última edición de su conferencia de desarrollo, todavía en curso.
Microsoft también ha adelantado ciertos planes de futuro, por supuesto vinculados a su próxima plataforma.
Según ha contado el vicepresidente ejecutivo del grupo de Sistemas Operativos de Microsoft, Terry Myerson, la intención del gigante de Redmond es conseguir instalar Windows 10 en 1.000 millones de dispositivos en un plazo máximo de tres años. Es más, Myerson deja caer la posibilidad de lograr esta cifra incluso en dos años a partir de la fecha de lanzamiento oficial.
Se trata de un desafío grande, pero no imposible. Sobre todo si tenemos en cuenta que el nuevo software de Microsoft se ofrecerá de forma gratuita a clientes ya existentes que actualicen sus dispositivos a partir de Windows 7, Windows 8.1 y Windows Phone 8.1 en el plazo de un año.
En la lista de versiones compatibles entran también Windows 7 Pro y Windows 8/8.1 Pro.
Más allá de esto, y aparte de hacer hincapié en el carácter universal de sus aplicaciones, Microsoft ha asegurado que a partir de ahora se podrán reutilizar apps de iOS y Android para que acaben corriendo también en el nuevo Windows.
¿Cómo? Gracias a la disponibilidad de nuevos SDKs que permitirán aprovechar tanto código previo en el que hayan trabajado los creadores de software como rasgos de la denominada Universal Windows Platform, de acuerdo a lo que ha explicado Microsoft.
Esto se podrá llevar a cabo a través de Objective para iOS, de Java y C++ para Android y, asimismo, se han ampliado miras para la web, .NET y Win32.
Habrá que ver cómo es acogida esta iniciativa entre los desarrolladores pero, en la práctica, debería ayudar a Microsoft a incrementar la base de software que ofrece a sus usuarios y convertir todo esto en una fortaleza de su ecosistema. No en vano, hasta ahora una de las críticas que se le suele hacer a Windows Phone es la falta de aplicaciones en comparación con sistemas móviles rivales.