El día que Indiana Jones cambió el látigo por el láser
Las junglas de Centro y Suramérica ocultan bajo su tupida e impenetrable vegetación innumerables vestigios del pasado. Hasta ahora la única forma de desvelarlos era armarse de paciencia (y de machetes) y “deforestar” las áreas en las que se tuviese sospechas o indicios de que había alguna construcción.
Asentamientos remotos, como Machu Pichu, que había sido abandonado siglos atrás y descubierto en 1911 por Hiram Bingham, permanecían ocultos simplemente por lo inaccesible de su emplazamiento, pero otros quedaron olvidados y la naturaleza contribuyó a ocultarlos creciendo en torno suyo. En alguna ocasión se han utilizado métodos tipo radar para tratar de averiguar, desde el espacio, qué se oculta en esas junglas pero las ramas de árboles y arbustos también eran obstáculo para esos sistemas.
Ahora los arqueólogos Arlen y Diana Chase han desarrollado un método consistente en mapear una zona desde el aire con un avión mediante láser. Este es capaz de “ver” a través de la vegetación y penetra hasta el suelo donde puede confeccionar una imagen del suelo de una superficie de más de 100 kms cuadrados en unas 10 horas, detallando patrones de construcciones de tamaño grande y mediano, estructuras de calles y de terrenos cultivados.
Actualmente centran su investigación en la zona de Caracol (Belize) pero está claro que si esta tecnología resulta ser tan exitosa pronto se extenderá no solo a las investigaciones de otros asentamientos precolombinos sino a zonas como el sudeste asiático, donde con toda certeza, bajo la exuberante vegetación pueden aguardar maravillas similares a Angkor Vat. Sí que es cierto que localizar estos hallazgos desde un avión y con un láser le quita todo el romanticismo al icono del arqueólogo con el látigo y el machete, pero Indiana Jones iba necesitando ya el pobre una jubilación. ─Antonio Rentero [The New York Times]