El CSIC ofrece su Mediateca a través de la Red
El objetivo es convertir uno de los mayores archivos de vídeos, fotografías y sonidos en un servicio de divulgación científica líder en Europa.
La Mediateca del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), uno de los mayores archivos europeos de fotografías, sonidos y vídeos científicos, podrá consultarse desde cualquier ordenador ubicado en centros de difusión científica. Será posible gracias a una nueva herramienta que estará disponible a partir de comienzos de 2006 y que impedirá la descarga y el copiado de los fondos.
Este proyecto será realidad gracias a un acuerdo firmado entre el Consejo, la Comunidad de Madrid, la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) y la Asociación Española de Cine Científico (ASECIC). El objetivo es convertir la Mediateca en un servicio de divulgación científica líder en Europa.
Los fondos de la Mediateca, procedentes de donaciones, engloban todo el ámbito de la ciencia. En la actualidad dispone de cerca de 20.000 fotografías, más de 2.300 horas de vídeo desde el siglo XIX hasta la actualidad, repartidos en 24 idiomas y centenares de archivos de sonido.
El proyecto responde, en palabras de su coordinador técnico, Rogelio Sánchez, “al interés social por la Mediateca, la cantidad de fondos de que dispone y el buen funcionamiento que mantiene”. “La utilización de este novedoso sistema tecnológico convertirá a la Mediateca del CSIC en un foro para la divulgación, el estudio y la difusión de la ciencia único en Europa”, asegura.
La Mediateca del CSIC contiene desde 28 películas rodadas por los hermanos Lumiére entre 1896 y 1900 hasta películas recientes presentadas en los últimos festivales de cine científico. Asimismo, dispone de 9.000 fotografías de flora y fauna procedentes de una colección del fotógrafo Fidel Fernández Rubio y del proyecto Fauna Ibérica del CSIC, así como sonidos procedentes de la fonoteca científica del Museo.
Algunos de estos materiales proceden de centros e institutos del CSIC, otros son donaciones de particulares, instituciones y productoras audiovisuales, a quienes se garantiza el respeto a los derechos del autor y la protección frente a la reproducción de la obra.
“El contenido sólo puede ser consultado en la sala y no puede ser prestado a particulares, así que si alguien está interesado en conseguir algún material, nosotros le proporcionamos la información para ponerse en contacto con el autor”, explica Sánchez.