“El crecimiento de la necesidad de chips no disminuirá entre los próximos cinco a siete años”

La escasez de componentes que vive el mundo y la subida de los precios no impedirán que este año el mercado de semiconductores vuelva a crecer.

El año pasado los ingresos por semiconductores alcanzaron los 582 000 millones de dólares tras el buen rendimiento de los sectores industrial y de automoción. Para este 2022, IDC prevé que sean 661 000 millones, un 13,7 % más.

La consultora cree que, en el segmento de memoria, DRAM registrará una mejoría del 18 % y flash crecerá un 26 %.

“La industria de los semiconductores va camino de un nuevo año muy positivo en cuanto a crecimiento, como continuación de lo que empezó en 2020″, comenta Mario Morales, vicepresidente del grupo Semiconductores en IDC, que destaca “lo críticos que son los semiconductores para cada una de las principales categorías de sistemas, así que el crecimiento de la necesidad de chips no disminuirá entre los próximos cinco a siete años“, dice.

La escasez en semiconductores se mantendrá previsiblemente hasta principios de 2023. La inflación, los paros en China y el conflicto entre Rusia y Ucrania afectarán al mercado.

“Sigue habiendo escasez y un inventario ajustado en algunos mercados de semiconductores”, confirma Nina Turner, directora de investigación de Semiconductores en IDC. “La naturaleza global de la industria de los semiconductores sigue sufriendo las consecuencias de la COVID-19 y confinamientos por regiones, pero reiteramos nuestra perspectiva de un año de crecimiento positivo para 2022”.

“A largo plazo“, adelanta Turner, “las nuevas fábricas y los anuncios de inversión añadirán una capacidad significativa y podrían aumentar el riesgo de exceso de capacidad más allá de 2023″.