El globo desde el que saltó se encontraba a 7800 pies de altura, y sus “alas” pesan 55 kilos. Sus cuatro turbinas funcionan con queroseno, como las de los aviones.
Pero lo más interesante es que no tiene ningún mecanismo para girar ni guiar el aparato. Todas las desviaciones las produce él mismo, movimiento sus brazos y piernas, del mismo modo que los saltadores profesionales son capaces de moverse por el aire. Los brazos y piernas de Rossy son sus flaps y su timón, por así decirlo.
El año pasado intentó volar desde Marruecos hasta España, pero los fuertes vientos del estrecho de Gibraltar le forzaron a renunciar. ¡Una pena que no nos visitara! — Javier G. Pereda [BBC]
Los mensajes RCS ofrecen muchas más posibilidades que los SMS, pero también abren la puerta…
Acompañará a las empresas en sus procesos de equipamiento, desde la elección del hardware hasta…
Juntos, trabajarán en la formación y la actualización de habilidades para que los consejeros impulsen…
Este dispositivo incluye entre sus especificaciones procesador Intel Core Ultra (Serie 2) y botón Copilot.
Ya cuenta en su poder con más del 90 % de las acciones del proveedor…
Los actuales consejeros delegados, Raphael Erb y Melissa Mulholland, se convertirán en co-CEOs de la…