El CEO de OpenMoko defiende la diversidad del ecosistema Linux

La idea generó como poco, asombro, ya que durante toda la conferencia, los ponentes se cansaron de decir que el mayor problema al que se enfrentaban los defensores de Linux en la industria del móvil era la fragmentación de plataformas.

Lo cierto es que la gran cantidad de plataformas para móviles basadas en Linux, la competencia entre APIs y las distintas infraestructuras hacen que la nave de Linux móvil sea difícil de pilotar. La fragmentación es un problema para la portabilidad e impide que los desarrolladores puedan utilizar un conjunto de herramientas consistentes para trabajar en distintas plataformas. Se tiene que reescribir mucho código y adaptarlo a cada dispositivo.

Sin embargo, Moss-Pultz no cree que haya que ver esta fragmentación como algo negativo. Aunque desarrolladores e integradores pagan un alto precio por ella, la diversidad implica ventajas únicas y oportunidades para la innovación. Reinventar partes de la tecnología y crear atajos permite a los desarrolladores experimentar y probar nuevas formas sin tener que amoldarse a patrones fijos. La diversidad también ofrece libertad de elección para los usuarios finales, que pueden encontrar más productos que se ajusten a sus necesidades.

Durante la presentación, Moss-Pultz puso como ejemplo el éxito de la comunidad OpenMoko en un año y habló de cómo la adaptabilidad del proyecto y su compromiso con la libertad les ha permitido crecer y superar el escepticismo inicial (el Neo1973 se vende muy bien, y su último proyecto, Freerunner, también ha tenido muy buena aceptación dentro de los entusiastas de Linux).

vINQulos
Ars Technica