El CEO de Netflix afirma que en 20 años toda la televisión nos llegará sólo por Internet
Netflix surgió como evolución al modelo de alquiler de películas en DVD, enterrando definitivamente la “era del videoclub” y alumbrando la hoy casi consolidada “era del streaming”. Pero esto es sólo el comienzo.
Para hacernos una idea de la repercusión del modelo Netflix baste señalar que el 37 % del ancho de banda en Estados Unidos de América se corresponde con el uso derivado de dicha plataforma… y la tendencia es al alza, porque además Netflix será la más exitosa pero no es la única plataforma de este tipo.
El cambio de paradigma se orienta a una transición hacia el streaming a través de Internet que sustituye progresivamente a la televisión por cable, muy popular en Estados Unidos de América desde hace décadas. Y esa transición la data Reed Hastings, CEO de Netflix, en un par de décadas dado que de hecho ya hay grandes operadores de cable como Time Warner o Comcast que ya están experimentando importantes descensos en el número de sus abonados, de manera que es harto probable que deban afrontar un proceso de transformación similar al que en su momento experimentó Netflix.
Hastings ha sido tajante en su afirmación puesto que se ha referido a toda la televisión, no a parte de ella, como “emitida” a través de Internet, lo que acabaría con la distribución actual lineal de los contenidos que las cadenas hacen llegar a las antenas de los domicilios para pasar a una bajo demanda a través de la Internet.
Por último Reed Hastings ha explicado las dos claves del éxito de Netflix: Internet y el análisis de los datos. Cada vez que un usuario decide ver un contenido se ha analizado para valorar lo que funciona y lo que no de manera que se ofrezca cada vez con más precisión películas, documentales, series de televisión… que agraden al público.
Como apunte adicional, baste recordar que recientemente hemos vivido en España una reasignación de espacio radioeléctrico a fin de aprovechar parte de la banda que ocupaban canales de TDT a fin de “alojar” en la misma las conexiones 4G de datos a alta velocidad. Tiene todo su sentido que en un futuro en el que aumente la demanda del acceso a Internet (recientemente te informábamos aquí en The Inquirer del inicio de la implantación de la banda 5G para el próximo año) y disminuya el consumo de cadenas televisivas tradicionales vaya repitiéndose un proceso similar en el que se amplíe la porción del limitado espacio radioeléctrico para cederlo a las conexiones de datos cada vez más veloces mientras se disminuye el que corresponde a las señales televisivas de emisión terrestre, lo que tampoco implicaría acabar con los canales tradicionales puesto que siempre se reservaría alguno además de la posibilidad de la televisión vía satélite.
vINQulo