El Centro de Supercomputación de Barcelona ejecuta por primera vez grandes redes neuronales cifradas

Gracias a la colaboración con Intel, el Centro Nacional de Supercomputación  de Barcelona (Barcelona Supercomputing Center, BSC-CNS) ha logrado por primera vez cifrar la ejecución de grandes redes neuronales de forma eficiente.

Ello ha sido posible gracias a la memoria persistente Intel Optane y a los procesadores escalables Intel Xeon con aceleración de inteligencia artificial (IA) incorporada. Hasta ahora la tecnología disponible limitaba el uso del cifrado homomórfico a modelos de redes neuronales de pequeño tamaño (hasta 1,7 millones de parámetros), pero esta circunstancia ha podido ser superada.

El cifrado homomórfico, tan complejo que no puede descifrarse ni siquiera por ordenadores cuánticos, permite realizar directamente operaciones sobre los datos cifrados, por lo que la entidad que lo opera no tiene acceso a su contenido, con las consiguientes garantías de seguridad. Y puesto que este cifrado no necesita ser descifrado para funcionar, la privacidad en entornos no seguros, como la Nube, queda completamente garantizada.

A cambio el cifrado homomórfico plantea el problema de su coste adicional, que que aumenta a medida que también lo hace el tamaño de los datos, que puede llegar a multiplicarse hasta por 10.000. En estos supuestos la memoria persistente Intel Optane ofrece capacidades mucho mayores que la DRAM y un tiempo de acceso mucho más rápido que otras memorias no volátiles.

En combinación los procesadores escalables Intel Xeon con aceleración IA el resultado es una enorme ventaja tanto en precio como en rendimiento. Esta nueva tecnología puede aplicarse en la ejecución privada de redes neuronales en entornos remotos no fiables como la Nube, e incluye tanto la protección de la propiedad intelectual relacionada con el modelo de red neuronal, como sobre los datos utilizados, cumpliendo con las más estrictas legislaciones de protección de datos.