El caballo de batalla de las empresas de TI se llama ‘Big Data’
España ha empeorado su estrategia de centros de datos, mientras los países nórdicos y Oriente Medio siguen avanzando con paso firme.
Los tiempos están cambiando, el número de dispositivos conectados a Internet está creciendo, las comunicaciones de máquina a máquina también y el volumen de datos en las organizaciones se está volviendo casi inmanejable. Esa es la percepción global, pero con el objetivo de ofrecer datos concretos, Oracle ha publicado la segunda fase de su estudio “Oracle Next Generation Data Centre” (NGD) y la ha comparado con los resultados de su primer informe.
¿La principal conclusión? Aunque los directivos de TI son cada vez más conscientes de la importancia de ‘Big Data’, su boom los ha pillado desprevenidos.
A corto plazo y de modo provisional, las empresas están llevando a cabo una externalización de los centros de datos y del uso de los servicios en la nube, que les dé margen suficiente para planificar la construcción de sus propias instalaciones. En este sentido, la proporción de compañías que utilizan algún tipo de data center externo se ha elevado del 40% al 56%. Y sólo el 8% se atreve a firmar que no necesitará incrementar sus instalaciones en el futuro, frente al 17% del informe anterior.
Otra de las necesidades acuciantes es apostar por políticas verdes. Tanto es así que su índice de sostenibilidad global ha pasado de ser el más bajo a estar entre los subíndices más altos, con empresas de todo el mundo puntuando una media de 5,58 sobre 10, y más del 90% de los entrevistados por Oracle embarcados en el desarrollo de un plan de consumo sostenible para sus centros. Y todo a pesar de que más de un tercio carece de visibilidad sobre el consumo energético.
Aunque la sofisticación de la estrategia no es todavía ideal, hay países que están obteniendo resultados espectaculares. Es el caso de los nórdicos, que ya han adelantado a Alemania y Suiza en liderazgo global con una puntuación de 6,51 y mejoras en gestión de sistemas, virtualización y consolidación. El progreso más significativo es el de Oriente Medio, que en el último año ha pasado de ser farolillo rojo a situarse en mitad de la tabla, y el más preocupantes es el de Irlanda y Rusia, que cierran la clasificación por debajo del aprobado.
A España no le va mucho mejor, ya que ha descendido del sexto al séptimo puesto con 5,5 puntos y sólo ha realizado mejoras “de pequeño calado y a niveles básicos”. ¿Lo peor? La fragmentación. Las empresas con múltiples sistemas operativos de escasa integración representan ya el 33%.
Por último, la virtualización del hardware presenta altibajos: únicamente el 12% de las organizaciones ha virtualizado más del 70% de sus TI y el 38% ha virtualizado menos del 30%. Además, cuatro de cada diez empresas dejan a los designios de la suposición los requisitos de futuras cargas de trabajo.
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