“El avisador es un envase, la información que de verdad se paga es la base de datos que hay dentro”

Cuando llegue Galileo, ¿se abandonarán los satélites GPS?

Primero tiene que llegar, pero seguramente se puedan hacer compatibles por lo que podría dar lugar a una segunda línea de negocio. De haber alguna previsión en nuestra empresa yo no tengo noticia. Sé que a finales de año está previsto una segunda serie de aparatos válidos para todo el mundo, no tanto por radares como por la gestión de puntos. Ahora todos los navegadores están definidos a una zona de funcionamiento por el cuadrante de la Tierra, por la rotación y curvatura; nuestra previsión es tener el mismo aparato válido y útil en todo el mundo.

Ahora mismo nuestros productos funcionan desde el Mediterráneo hasta el Círulo Polar Ártico y desde el Atlántico hasta más allá de Moscú, y ahí es donde funciona, si te lo llevas a Africa, el aparato en sí funciona, pero la codificación de los puntos, no. Pero la siguiente línea de modelos sí que funcionará en todo el mundo sin ningún problema.

¿Cuál es tu potencial frente a tu competencia?

Principalmente la calidad de la gestión de la información que llevan nuestros aparatos. No se trata de descargar la información de Internet y meterlo en un dispositivo; es un plan de negocio inverso. Se trata de controlar una base de información y diseñar un producto para que todo el mundo la pueda utilizar. Nos diferencia saber el tipo de los radares, la frecuencia de los mismos, los puntos negros, curvas peligrosas, zonas de atascos, zonas de riesgo de toda Europa, el tener todos los radares de Europa, el tener oficina en Japón, Malasia, Australia, el estar preparando Estados Unidos… eso es lo que nos diferencia, el tratar de crear una empresa que termine siendo el líder mundial de gestión de base de datos de radares del mundo. Mientras que el tratamiento de las otras empresas es más bien trabajar vendiendo producto que vendiendo contenido.

En cuanto a legislación, ¿hay mucha diferencia entre los países europeos?

En Francia no hay detectores, a nadie se le ocurriría llevar un detector, hay avisadores porque los primeros están prohibidos. Sarkozy hace cuatro años decidió bajar la cifra de muertos a pesar de que fueron muchos los que se pusieorn en contra de su política y sembró toda Francia de radares. Se venden muchos avisadores, pero es cierto que bajaron las cifras de accidentes. Lanzó también también un bulo de que iba a quitar los carteles que anuncian los radares fijos y poner uno por carretera que se suponía que te avisaba durante todo el trayecto, y la gente por miedo salió a la calle a comprar dispositivos.