El avance de las tiendas online en España
Damian Schmidt es CEO de STRATO AG y nos ofrece su visión acerca del comercio electrónico en nuestro país.
En periodos de recesión económica, uno de los mayores retos a los que se enfrentan las pequeñas y medianas empresas, no sólo en España, es buscar la forma de llegar a un mayor número de clientes sin tener que destinar grandes cantidades de dinero a inversión publicitaria, a la apertura de nuevos locales comerciales, al incremento de la fuerza de ventas, etc.
Por ello para favorecer la tarea de comercialización, las tiendas online –webshops-, son una magnífica herramienta para reducir los costes operativos que se generan al poner en marcha una tienda tradicional, y de esta manera, ayudar a aumentar la rentabilidad y los beneficios de estas empresas poniendo a disposición de una gran cantidad de posibles clientes, su portfolio de productos o servicios de una manera fácil, sencilla, rápida.
Aunque las tiendas online siguen contando con ciertos hándicaps como son la inseguridad que aún genera comprar en Internet para algunos usuarios españoles, al contrario del resto de usuarios europeos, el servicio post-venta y la escasa confianza en tiendas de las que no se tienen referencias, esta tendencia está cambiando a pasos agigantados.
De esta forma, el comercio electrónico está experimentando un crecimiento continuado y sin precedentes desde el año pasado como refleja el último informe de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) del tercer trimestre de 2007, donde el e-commerce en España logró llegar a una cifra de negocio de 999 millones de euros, un 52% más que el año anterior. Además, el comercio electrónico en puntos de venta de Internet ha aumentado un 76% respecto al tercer trimestre del año 2006.
Según los datos del estudio Online Shoppers 2008 de la Asociación Europea de Publicidad Interactiva (EIAA), el 80% de los usuarios europeos de Internet ha comprado un producto o un servicio online -el doble que en 2004-, realizando 1,3 millones de compras en tan sólo seis meses, con un promedio de gasto online de 747€ por usuario.