El año pasado detuvieron a 571 menores en España por cibercrimen
Los expertos lanzan un mensaje de advertencia a los padres: convertirse en hacker durante la adolescencia es “más habitual y fácil” de lo que se cree.
“Convertirse en un hacker durante la adolescencia es algo, por desgracia, mucho más habitual y fácil de lo que suele pensar la mayoría”.
Así lo advierten desde la compañía española Panda Security, que recuerda que los tiempos han cambiado y ya no hace falta ser un experto en programación para lanzar ataques de ciberdelincuencia. El hacking as a service pone a disposición de cualquiera paquetes de exploits y malware a precios asequibles. Y ni siquiera hace falta sumergirse en la Dark Web para encontrar tutoriales sobre ciberdelincuencia.
“Uno se adentra en este mundo, casi sin darse cuenta, cuando se pone un día a intentar descubrir la contraseña de las redes sociales de un amigo y, poco a poco, se va introduciendo en el lado oscuro”, indica Hervé Lambert, Global Consumer Operations Manager de Panda Security. O, “tras hackear una película, internet empieza a ofrecernos nuevas posibilidades de cometer infracciones que, tarde o temprano acabarán convirtiéndose en delitos graves”.
En España el año pasado se realizaron hasta 571 detenciones de menores de 18 años por casos relacionados con el cibercrimen, según datos del INE que recoge Panda, que señala que el número de jóvenes que cometen cibercrímenes a diario es mucho mayor.
Para evitarlo, hace falta educación e implicar a los padres. Los expertos aconsejan incluso el uso de herramientas que permitan hacer un seguimiento de los movimientos online de sus hijos, para anticipar tendencias y cortar de raíz malos hábitos.
También recuerda que el uso de internet deja rastro. “Debemos inculcar a nuestros hijos que, además de que evidentemente cometer un delito es algo malo, más pronto que tarde, alguien les va a pillar y van a sufrir unas consecuencias graves”, apunta Lambert, lo que puede servir como medida de intimidación.