El 65% del software que se utiliza en Europa es importado
Las empresas europeas de software, en especial aquellas que comienzan sus negocios, se encuentran con diversas trabas que reducen considerablemente las posibilidades de éxito. Entre ellas, la falta de inversión por parte de las compañías de capital riesgo y similares, que buscan en primera instancia una selección para invertir únicamente en la excelencia, en aquellas iniciativas en las que confían al 100% Es algo que también suele ocurrir en el lado de los desarrolladores o emprendedores, que tienen muchas dudas antes de lanzarse a un mercado competitivo, pero donde se genera un volumen de negocio de miles de millones de euros.
Por el contrario, las iniciativas en Estados Unidos suelen tener muchas más facilidades para acceder a la inversión. Los proyectos pueden ser buenos o no, pero no dudan en ponerlos en práctica. Además, no importa fallar, se sigue invirtiendo hasta conseguir el éxito empresarial, intentando no caer en los errores cometidos.
Son algunas de las conclusiones a las que se han llegado durante el encuentro ProcessWorld 2011, organizado por Software AG en Berlín (Alemania) y al que ha asistido NetMediaEurope.
El estado de las empresas de software en Europa deja aún que desear. La mirada experta no duda en señalar que durante los últimos 20 años se está produciendo un mayor interés generalizado en este tipo de iniciativas o proyectos, pero aún dista mucho del que se produce en Estados Unidos. El problema es que ahora las amenazas no sólo llegan desde allí, sino desde otros países emergentes como China o India, donde los inversores han puesto los ojos.
En la actualidad, el 65% del software que se utiliza en Europa es importado. Es una cifra que para los ponentes del coloquio celebrado en el ProcessWorld es insuficiente. “En Europa tenemos un alto grado de innovación, hay grandes profesionales que tienen brillantes ideas, pero no son apoyadas lo suficiente por los inversores”, coincidían.
“Mientras que en Estados Unidos se dejan de palabras y van a los hechos creando empresas o invirtiendo en ellas, en Europa se prima la excelencia y la búsqueda de los mejores proyectos, desechando otros que bien podrían haberse convertido en su momento en grandes empresas como Google, Facebook y un largo etcétera”. Efectivamente, estas compañías se crearon de la nada, y sin una rápida inversión no hubieran llegado a donde se encuentran ahora.
Más información sobre este encuentro en eWEEK Europe.