El incremento de la banca online es una constante desde hace años, en detrimento de la banca tradicional o física.
El auge del uso de Internet, las generaciones más jóvenes y, con ello, más digitales, junto a la gran apuesta por la transformación digital que ha protagonizado el sector bancario explican este incremento de la banca digital.
La crisis del COVID19 y el confinamiento que esta pandemia ha provocado no ha hecho sino acelerar esta tendencia.
Así, el “Estudio de la Evolución de la Banca Europea” de Mastercard muestra cómo seis de cada diez españoles (un 63%) afirman que ya se han cambiado de la banca física a la digital, o bien que les interesa hacerlo.
Es una cifra superior a la del año pasado, cuando el informe reflejaba que un 60% de la población se planteaba cambiar a un banco digital en algún momento.
Pero además no solo el consumidor quiere abrazar la digitalización de los servicios financieros. Los propios comercios y empresas han visto cómo este cambio en el hábito de sus clientes les ha llevado también a adoptar el pago digital.
Concretamente, ocho de cada diez empresas españolas (un 81%) afirma que les interesa incrementar el volumen de pagos digitales en los próximos meses.
Las aplicaciones móviles son, en este mayor uso de la banca digital, una de las grandes protagonistas.
De hecho, el informe de Mastercard revela que casi la mitad de los españoles (un 46%) asegura que ahora realiza transacciones financieras a través de una app con más frecuencia que antes de la pandemia, principalmente gracias al ahorro de tiempo y su simplicidad.
Asimismo, un 47% afirma que la pandemia no ha cambiado la periodicidad con la que realizan transacciones por medio de apps y, por último, solo un 7% ha disminuido su uso en comparación con el año pasado.
Estas conclusiones se alinean con las del estudio global State of Pay, reciente informe global realizado también por Mastercard y en que se muestra que el 87% de las personas que no habían utilizado apps bancarias hasta la crisis seguirán utilizándolas aún después de la pandemia.
En la misma línea se sitúa otro reciente estudio de Oney, compañía especialista en soluciones de pago, crédito al consumo y seguros, sobre hábitos de uso y consumo en Europa.
El informe compara varios países -Alemania, España, Francia, Italia y Portugal- y de él se desprende que el 71% de los españoles usa aplicaciones bancarias, muy por encima de, por ejemplo, los franceses con un 39%.
Pero además Oney revela cómo también los españoles somos los más proclives a realizar pagos contactless, ya que los usamos de manera sistemática un 58% de nosotros.
Y otro informe más que también corrobora la gran digitalización de los clientes españoles en su relación con la banca: un 47% afirma haber aumentado el uso de pagos digitales durante la pandemia y un 48% señala que seguirá haciéndolo en los próximos 6-9 meses, según Capgemini.
Cifras ligeramente superiores a la media mundial (45% y 46%, respectivamente).
Pero, más allá del confinamiento o las medidas de distancia social, ¿qué nos empuja a adoptar la banca digital?
La respuesta es múltiple. El ahorro de tiempo encabeza la lista (con un 71%) de los argumentos que ofrecen los usuarios españoles, seguido por la facilidad de uso (un 54%), disponibilidad (un 39%) y la facilidad de los pagos contactless (39%).
Si la pregunta es qué le piden los usuarios a la banca digital y los pagos móviles, según los resultados del informe de Mastercard, la mitad de los españoles (50%) opina que la seguridad es la cualidad más importante, una tendencia que, en parte, se debe al creciente volumen de ciberataques y fraudes en los últimos meses.
Y, es que, de acuerdo con los resultados del estudio State of Pay, a un 84% de los españoles le preocupa ser víctima de un fraude o estafa.
En cuanto a los pagos con el móvil, la mayoría de los españoles (un 67%) expresa que le gustaría que los comercios facilitarán más los pagos con el móvil. Asimismo, más de la mitad de la población (un 53%) afirma que les interesaría realizar pagos a través de aplicaciones de chats.
Ante esta aceleración en la adopción de la banca digital, la pregunta es inevitable: ¿Supone esto la próxima desaparición de las oficinas bancarias físicas?
Lo cierto es que son muchas las voces que alertan de ello. Fusiones, menor actividad o cuestiones simplemente de rentabilidad están detrás de que cada vez sean más las entidades bancarias que deciden “prescindir” de sus tradicionales oficinas físicas para atención al público.
Concretamente, entre las previsiones más pesimistas, elInstituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada prevé que a finales de este año hayan cerrado unas 5.000 oficinas bancarias y queden menos de 23.500 abiertas al público, un nivel que se daba a finales de los años setenta.
Pues bien, en contra de todo ello y según Mastercard, si bien la adopción de la banca digital continúa creciendo año tras año, la mayoría (85%) de los europeos todavía cree que los bancos físicos existirán en su país dentro de 10 años, una previsión que los españoles (un 83%) también comparten.
En concreto, menos de una cuarta parte cambiaría su banco actual por uno 100% digital en los próximos 12 meses (23%), un porcentaje que es igual tanto en Europa como en España.
Sumado a esto, el 61% de los europeos y 58% de los españoles creen que sus bancos son la fuente más fiable para recibir consejos financieros, posicionando a las entidades financieras por encima de sus amigos y familiares, los medios de comunicación, las empresas de asesoramiento financiero y otros.
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