Huawei sigue desarrollando las nuevas generaciones de comunicaciones móviles. Si hace unos meses comenzaba a hablar del 5.5G durante el congreso Huawei Connect celebrado en París, el Mobile World Congress 2023 ha servido para conocer algunos detalles sobre la generación que marcará el camino al futuro 6G, previsto para el año 2030.
Mientras esto ocurre, el fabricante ha estado mostrando innovaciones en diversas áreas que pasamos a resumir a continuación, todas ellas bajo el denominador común de la sostenibilidad y la reducción del consumo energético, tal y como ya adelantamos hace unos días.
Huawei siempre ha mostrado un carácter innovador en materia de redes de telecomunicaciones. Desde hace años es uno de los principales actores en el desarrollo de redes inalámbricas y, a pesar del veto estadounidense, el mercado para operadores de telecomunicaciones sigue siendo su principal fuente de ingresos más allá de China. Asia, Europa, África y Latinoamérica siguen siguen soportando las operaciones del fabricante, que ha visto cómo los proyectos de redes privadas 5G basados en su arquitectura se han duplicado en el último año.
Su objetivo más a corto plazo es llevar el Gigabit a cualquier lugar, tal y como hemos visto durante el MWC. Esto es, que se puedan conseguir velocidades de descarga de 1 Gbps desde cualquier dispositivo gracias al 5G. Para conseguirlo, es necesario inyectar altas dosis de automatización y monitorización de las redes para sacar el máximo partido a las inversiones que realizan los operadores, además de poder “servir” más bits con el menor consumo energético posible.
En este sentido, uno de los objetivos que se ha propuesto Huawei es que su infraestructura consiga ser plenamente eficiente cuando no esté en uso, de tal forma que no se consuma energía si el hardware no tiene actividad. Es lo que la compañía denomina “zero bit, zero watt”.
En su stand del MWC (el mayor desde que está presente en el congreso) la compañía ha mostrado cómo su tecnología permite desplegar redes 5G privadas tanto en exteriores como interiores capaces de aumentar la cobertura y usar menos potencia en el mismo rango, lo que, según sus cálculos, puede suponer ahorros del 30%. Se trata de aplicaciones empresariales que han evolucionado notablemente a lo largo de los dos últimos años, desde que el 5G comenzará a desplegarse comercialmente.
Este año, Huawei ha mostrado dos interesantes variedades de ello: Wide Area Private Network (red 5G pública con uso privado para asegurar el ancho de banda a los clientes) y Campus Private Network (construcción de redes privadas 5G para entornos industriales).
De esta forma y bajo la oferta disponible en Huawei, es posible combinar e integrar el 5G con redes ópticas e IP para una gestión unificada y planificada.
Esta tecnología se puede desplegar a nivel de campus, incluyendo WiFi IoT y otras tecnologías. Como consecuencia de estos despliegues, Huawei asegura una importante reducción de la complejidad en los procesos de despliegue y gestión.
Por último, Huawei también está trabajando con sus socios y clientes para desplegar el 5G en aquellos lugares donde no puede llegar la fibra, asegurando contenidos y servicios de los operadores para los usuarios finales que hasta ahora no eran posibles.
Como decíamos en líneas anteriores y en el titular de este artículo, Huawei está a la vanguardia de la generación a caballo entre el 5G y el 6G. De hecho, la compañía asegura que el 5.5G será la base para el 6G, un estándar que comienza a mostrar algunos retazos de lo que permitirá allá por 2030 cuando entre en su etapa comercial.
Mientras esto ocurre, el 5.5G, que se encuentra en una etapa muy avanzada de estandarización, podría estar disponible también a nivel comercial en 2025 y permitirá ofrecer velocidades de 10Gbps, lo que supone 10 veces más que el 5G. También se pretende que la latencia se reduzca aún más, tal vez en parámetro más importante en los servicios a los que irá dedicado el 5.5G.
Asimismo, este estándar se está diseñando para que se puedan fabricar dispositivos IoT pasivos (sin batería), lo que permitiría ampliar enormemente el espectro de despliegues en cualquier ámbito o utilizar las redes con un enorme entramado de sensores.
También la sostenibilidad es otro de los componentes clave de lo que Huawei denomina la nueva ‘5.5G Era’: esta infraestructura podrá ser 10 veces más eficiente porque consume menos energía y genera menos emisiones de CO2 por cada Terabyte de datos transmitidos.
En cuanto a los servicios que este estándar permitirá desplegar, la compañia destaca las aplicaciones 3D, juegos de realidad virtual a 24K, video 3D sin necesidad de utilizar gafas y cualquier tipo de experiencia inmersiva como las que promete el Metaverso.
Por supuesto, las aplicaciones cloud entrarán en una fase que creará nuevas oportunidades de negocio para las empresas que buscan servicios en tiempo real y fiables para los usuarios, pero también una conectividad interna entre la nube multicloud y los nodos situados en los extremos de las redes. En estos ámbitos, la actividad y transmisión de datos se multiplicará exponencialmente a lo largo de los próximos años, por lo que es necesario que la infraestructura de red esté preparada para tal demanda. Y Huawei lo está consiguiendo.
Girará en torno a tres temáticas: desinformación, contrainteligencia y credenciales expuestas.
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