España, cuatro puntos por debajo del promedio mundial en la penetración del ecommerce

La tasa de penetración del ecommerce en España se situaría cuatro puntos por debajo de la media mundial, estableciéndose en 10%. El porcentaje procede de CloserStill Media, empresa organizadora de la feria E-SHOW, que arranca hoy en el recinto de Montjuïc de Fira de Barcelona.

El presidente de CloserStill Media España, Agustín Torres, ha explicado que, aunque ha crecido en los últimos años, España se encuentra muy por detrás de países europeos como Reino Unido (24,2%), Países Bajos (17,8%) y Alemania (13,6%) y a nivel mundial, también bastante por debajo de China (27,3%) y EE.UU (20%).

No obstante, ha aclarado que es uno de los países con “mayor crecimiento potencial” en ecommerce y “está liderando el crecimiento del comercio electrónico en cuanto a volumen de ventas, tráfico y pedidos en Europa”, situación que atribuye al “comportamiento diferenciador del cliente final y consumidor español”.

En la actualidad, el 62% de la población española compra en retail y ecommerce, cifra que está previsto que alcance el 80% en los próximos años, según los especialistas.

En cuanto a los sectores que lideran el eCommerce en España, Torres ha destacado los viajes y la banca digital, así como la moda. Por el contrario, un sector en el que “se habían depositado muchas expectativas, como el de los supermercados, no representa más del 3% del total”.

De cara a 2023, Torres ha apuntado que está previsto que se estabilice la tendencia de crecimiento, aunque no se dé un crecimiento significativo debido a la ralentización de la economía por la crisis inflacionaria “y el resto de casuísticas globales”.

Las tecnologías que vendrán

En opinión del presidente de CloserStill Media España, el futuro del ecommerce pasa por la integración en ecosistemas digitales como el metaverso, el crecimiento en la dimensión y las posibilidades de los marketplaces, la integración de la IA o el 5G.

Torres ha recordado que el comercio electrónico plantea algunos retos y obstáculos a solventar, como la proliferación de nuevas vías de pago y transacción, problemas relacionados como la logística de última milla, el almacenamiento o la movilidad en grandes ciudades o la sostenibilidad de los procesos.