En la revolución digital que están viviendo las industrias culturales, la editorial fue la última en llegar. Primero la música, con el iPod y sobre todo con el formato .mp3 y los programas de intercambio de archivos que forzaron a la industria a ponerse al día. La industria audiovisual también empezó a hacer cambios y, finalmente, fue la editorial la que empezó a aceptar que los ebooks habían llegado para quedarse. Este orden también fue así más o menos para uno de los modelos que están teniendo más éxito: el de suscripción.
Los ejemplos en música y audiovisual son conocidos y cada vez más adoptados. Spotify, Grooveshark, Rdio, Pandora. Netflix, Filmin. La idea detrás es la misma (aunque en los casos de música algunos de los servicios tienen una mentalidad más de radio que de reproducir discos enteros a demanda): por una módica tarifa mensual, el usuario tiene acceso a todo el catálogo de música, cine o series (lo que corresponda) de la plataforma. Si ha funcionado en música y en audiovisual, ¿por qué no en los libros?
La evolución parecía lógica y natural, y en los últimos meses se ha hecho realidad con la aparición de múltiples plataformas de suscripción que ofrecen acceso a sus catálogos de libros electrónicos pagando una cuota mensual. Nubico y 24 symbols en España o, fuera, Oyster o Scribd, que añadió este servicio hace relativamente poco, dando así un giro a su negocio principal. Y muchos más que intentan ser el que dé con la fórmula definitiva y perfecta, que luchan por tener el mejor catálogo y las mejores opciones de consumo.
Por supuesto, como en cualquier cosa relacionada con los ebooks, Amazon está también presente. Además de ser quien tiene más catálogo y la mayor tienda unitaria de ebooks, el gigante ofrece también algo parecido a un servicio de suscripción. Los usuarios de Amazon Prime, el servicio premium del sitio de ecommerce que incluye por una cuota anual de 79 dólares los envíos rápidos gratuitos, tienen también acceso tanto al streaming ilimitado de películas y series en Prime Instant Video, como a, desde hace unos días, la opción de leer de forma gratuita un ebook cada mes.
No es lo mismo, por supuesto. Los servicios de suscripción como 24symbols o Scribd ofrecen acceso a todos los ebooks que el usuario quiera, sin limitarlo a un número determinado cada mes, y no vienen unidos a otros servicios, como es el caso de Amazon. Pero el modelo que acaba de iniciar Amazon Prime responde a las características específicas del mundo de los ebooks. Esas características que podrían dificultarle la tarea a los Spotify o Netflix de los libros.
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