La fabricante de videojuegos Electronics Arts, que acaba de lanzar dos títulos tan importantes como Mass Effect y Spore, no parece dispuesta a que sean pirateados, por lo que ha elaborado un plan de prevención consistente en obligar a que cada 5 o 10 días el usuario tenga que dar la clave de su disco en Internet para comprobar que no está utilizando una copia ilegal.
Este sistema de seguridad no acaba ahí, ya que una vez comprobado que el juego es legal, EA vuelve a repetir el proceso unos cuantos días más tarde, y así sucesivamente. Esto supone un endurecimiento en la seguridad que ya existía con el juego Bioshock.
Los opositores ya alzan la voz para reprochar a esta empresa que la tecnología utilizada en estos nuevos videojuegos sólo permite 3 reinstalaciones, por lo que se hace más difícil poder volver a vender el juego una vez utilizado, una práctica muy popular en este mercado.
Además, la página web especializada Techdirt puso el acento sobre el hecho de que, a pesar de todo, acabarán encontrándose formas de copiar los juegos por lo que, con esta iniciativa a la que muchos tachan de exagerada, lo único que consigue es restar legitimidad a los usuarios que compran los videojuegos originales.
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